Jerusalén. El cuerpo de bomberos israelí extinguió todos los incendios forestales que obligaron a que a miles de personas abandonaran sus casas en Israel y Cisjordania en los últimos cinco días, informó ayer Yoram Levy, vocero de esa agrupación de emergencias. Los siniestros no causaron víctimas mortales, pero 122 personas fueron atendidas en hospitales, principalmente por inhalación de humo. Además, destruyeron 13 mil hectáreas de bosques y provocaron importantes daños en Jerusalén y parte de Cisjordania reocupada. La policía cree que más de la mitad de las quemas fueron provocadas por motivos políticos, por lo que unas 30 personas, en su mayoría palestinos, fueron detenidos.