Dice un viejo y conocido proverbio que pueblo chico, infierno grande, situación que refrenda la propuesta de cabaret Dolores con sus dos amores, que Corazón Compañía Creativa estrenó anoche en el Foro de las Artes del Centro Nacional de las Artes (Cenart).

Esa divertida pieza escénica, escrita por el dramaturgo Guillermo Nava, se sitúa en una época atemporal y un pueblo cualquiera de la provincia mexicana en el que la mentira es cosa de todos los días, así como los escándalos y la doble moral de las personas.

Ideada y dirigida por el brasileño Gutemberg Brito, es una propuesta a medio camino entre La viuda negra, filme de Arturo Ripstein, y la novela Doña Flor y sus dos maridos, de Jorge Amado.

Relata la historia de una hermosa y exuberante mujer, Dolores, quien por buscar la felicidad debe ejercer una doble vida: ser la beata del pueblo de día, y por la noche, la estrella de un cabaret.

Por trabajar en ese sitio es censurada y recriminada por la comunidad, de forma velada y abiertamente, sin importar que la vida de sus impugnadores también es disoluta, desbordada de vicios, pasiones, mentiras y traiciones.

Dos amantes (un sacerdote y un empresario), dos vidas y una sola realidad. Los ardides y travesuras que esa mujer debe inventar para lograr sus deseos propician un final inesperado que muestra el valor de los que apuestan por el placer y seguir sus sueños.

En esa obra, considerada por Brito su proyecto más ambicioso, participan 12 actores, así como un pianista y un saxofonista que interpretan la música y las canciones escritas ex profeso para esa producción por Pablo Ochoa.

La propuesta procura convertir el Foro de las Artes en un cabaretucho, para lo cual es acondicionado con el mobiliario, la iluminación y la atmósfera respectivos, además de que el público podrá degustar una copa de vino o una cerveza.

De acuerdo con el director escénico, el leitmotiv de esa obra es generar un espacio de esparcimiento y risas, aunque eso no excluye invitar a la reflexión y la autocrítica.

El objetivo principal es la risa, también ser un poco el espejo de lo que ocurre en la sociedad. Vivimos momentos de violencia en el país y hacer reír puede ayudarnos un poco, indica.

Tras asumir que existe una influencia inconsciente de la novela Doña Flor y sus dos maridos en esa propuesta, Gutemberg Brito señala que la tesis principal es la búsqueda de la felicidad y cómo, muchas veces, eso va en contra de lo que propone la sociedad, como es el caso de la protagonista: tiene dos amantes y dos vidas diferentes.

Uno de los puntos importantes es hablar sobre la cuestión de la mentira y la doble cara, que, constantemente parece ser que nos persigue. La idea es preguntarse por qué muchas veces mentimos, por qué la sociedad no permite que alguien tenga dos parejas si con eso puede ser más feliz, añade.

“En El laberinto de la soledad, Octavio Paz trata algo relacionado con la mentira. Es un asunto que todos debemos revisar. Cuestionamos a políticos y funcionarios, seres humanos como nosotros, y la idea es también preguntarnos cómo es nuestra formación y accionar como personas en lo colectivo y en la intimidad.”

Dolores con sus dos amores se escenifica en el Cenart (Río Churubusco y calzada de Tlalpan, colonia Country Club) este viernes a las 20 horas, mañana a las 19 y el domingo a las 18. El año próximo, en fecha aún por confirmar, tendrá temporada en el Teatro de la Danza.