Buenos Aires.

La Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) realizó el séptimo paro desde febrero pasado, cuando la primera ola de despidos en masa sacudió al país, y miles de trabajadores se movilizaron en la tarde de este jueves hacia la Plaza de Mayo acompañados por gremios docentes, la Federación Universitaria de Buenos Aires, organizaciones sociales y varios sindicatos importantes incluyendo a algunos de la Confederación General del Trabajo (CGT), cuya dirigencia recibió varias críticas.

Los dirigentes de ATE exigíeron la apertura de negociaciones salariales (paritarias), el final de los ajustes, de los despidos, la reincorporación de despedidos y contra el llamado bonito, en referencia un bono de fin de año de dos mil pesos (unos 15 pesos por dólar) negociado vergonzosamente entre la CGT y el gobierno, que consideran una burla ante la depredación cada vez mayor de los salarios por la inflación, que en octubre volvió a subir en 2. 9 por ciento (casi 40 por ciento anual).

Además criticaron el incumplimiento de la CGT hasta ahora de su promesa de realizar paro general, si el gobierno no resolvía problemas graves que se le plantearon como detener la ola de despidos y los planes de ajuste. El gobierno del derechista Mauricio Macri siguió adelante con nuevos despidos, implantando los tarifazos que son insostenibles y están provocando cierres de negocios, locales de comida y de pequeñas industrias. La fábrica Alpargatas decidió este jueves suspender más de tres mil trabajadores hasta enero ante el ingreso de calzado en las importaciones decididas por el gobierno, que están destruyendo proyectos industriales casi cotidianamente.

También en la provincia de Buenos Aires hubo un paro de docentes y movilizaciones en La Plata y la gobernadora, María Eugenia Vidal, anunció que les descontará este día en sus salarios, lo que creó mayor descontento como se vio en la protesta.

Macri, la pobreza no se llora, se combate con políticas públicas, sostuvo el secretario general de la ATE, Hugo Cachorro Godoy al abrir el acto e en un escenario montado en Plaza de Mayo, en referencia a que recientemente en una entrevista para el diario oficialista La Nación, en un momento el presidente lloró al mencionar la pobreza, lágrimas en que nadie creyó cuando desde su llegada al gobierno en diciembre pasado hay más de dos millones de pobres nuevos, y un notable descenso a la pobreza de millones de hogares en distintos sectores sociales.

Estamos acá por el fin de los despidos y la reincorporación de los trabajadores, por la reapertura de paritarias en el Estado nacional y provinciales y municipales. Porque no nos resignamos a las migajas del poder, peleamos por la distribución de la riqueza con equidad, dijo Goy quien advirtió que los estatales no aceptamos un escuálido bono fijo no remunerativo, queremos aumento salarial digno.

Destacó Godoy unidad que demostró la movilización donde convergieron estudiantes, docentes trabajadores no sólo estatales sino de sectores privados y organizaciones sociales. La unidad no se construye con siglas sino en la lucha contra el ajuste, dijo Godoy.

El conocer que la inflación de octubre duplica la de septiembre cuando en viviendas y servicios básicos se registró el incremento más alto de 10.7 por ciento mientras que atención médica y gastos para la salud alcanzó 3.4. Todo ha aumentado ostensiblemente y el consumo sigue reduciéndose día por día, augurando momentos difíciles para este fin de año desesperanzador.

En este escenario los manifestantes se encontraron con una Plaza de Mayo donde desde hace tres días acampan militantes del Movimiento Tupac Amaru, reclamando que el gobierno del presidente Macri cumpla con lo demandado por la Organización de Naciones Unidos y libere a su dirigente Milagros Sala, que cumple 300 días de prisión , con causas creadas artificialmente, por decisión del gobernador Gerardo Morales, quien controla la justicia en la provincia de Jujuy.

Hoy ante la fuerte presión internacional se liberaron dos detenidas políticas también de la Tupac Amaru, pero siguen más de una decena presas. Además se agravó la persecución en Jujuy contra los cooperativista de esa organización, que habían sido considerados como un ejemplo por periodistas de países europeos. También advierten sobre el reciente ataque a una sede de Tupac Amaru en Buenos Aire por un grupo armado y de serias amenazas en la provincia norteña de Jujuy.

La CGT en estas horas anuncia que realizaría una movilización, el próximo 18 de noviembre, ante la fuerte presión de las bases sindicales, que podrían producir una fractura si la dirección sigue en su posición conciliadora con el gobierno.