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El pentatleta ganó medallas y enfrentó un dopaje y lesiones en 2010 y 2012

Con el PND se redondea un año casi perfecto, señaló Ismael Hernández

El bronce olímpico de Río fue una sensación de alivio, regocijo y felicidad, indicó

 
Periódico La Jornada
Viernes 11 de noviembre de 2016, p. a15

El Premio Nacional de Deportes 2016 significó para el pentatleta Ismael Hernández redondear un año casi perfecto, en un ciclo completo al estar en el podio con medallas de oro, plata y bronce, las cuales logró con base en trabajo, esfuerzo y preparación, pero sobre todo de apoyo familiar y moral tras un dopaje en el que tocó fondo y de donde emergió para triunfar.

Para el economista de 26 años de edad su mayor aporte hasta el momento es la presea olímpica de bronce con la que comenzó a escribir su historia en Río 2016, un referente en el pentatlón moderno. El metal se sumó al subcampeonato en los Panamericanos de Toronto 2015 y el título regional en Veracruz 2014.

Para alcanzar estos logros, Hernández debió pasar por todo. Sin embargo, su satisfacción es que jamás se dio por vencido ni tampoco defraudó a las personas que confiaron en él cuando pasó por esos duros momentos, en los que recibió críticas que soportó estoicamente sin bajar la mirada ni avergonzarse.

La vida del deportista, que nació en Cuautla, Morelos, y representa al estado de México, dio un giro de 180 grados con la medalla de Brasil. Se preparó para ganarla y desconocía lo que vendría después con la exposición mediática, que le ha dado la oportunidad de contar una parte de la historia de mi vida que todavía no termina y esperamos que sea mejor en Tokio 2020, promete.

Aún se emociona de lo que hizo el pasado 20 de agosto. Las imágenes las tiene guardadas en su memoria y en esos grandes ojos que parecía que se le iban a salir cuando entró a la meta en tercer lugar, luego de cumplir con las pruebas de natación, esgrima, equitación, carrera y tiro.

Fue la quinta medalla para la delegación mexicana, la última de esa justa. Momentos antes la taekwondoísta María del Rosario Espinoza había obtenido su tercer metal en unos Juegos Olímpicos, pero pocos esperaban la gran actuación de Ismael (mil 468 puntos) en un cierre cardiaco que hizo vibrar a todos ante el ruso Alexander Lesun (mil 479) y el ucranio Pavlo Tymoshchenko (mil 472), ganadores de oro y plata.

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Ismael Hernández, cuando ganó el oro en los Juegos Centroamericanos de Veracruz 2014Foto Jam Media

Rememora: “Hice la competencia de mi vida y ese día cerré bien. Lo disfruté. Fue una sensación de alivio, regocijo, felicidad: 17 años de carrera deportiva, triunfos, derrotas, golpes, lesiones, de todo.

Mis padres, mi hermano Emiliano (seleccionado juvenil en pentatlón moderno), mis siete entrenadores, directivos y las personas que creyeron y depositaron su confianza en mí, sería una falta de respeto no decir que ellos contribuyeron para que se diera la medalla y ganar el Premio Nacional de Deportes, que es una distinción para todos, resalta.

Como la mayoría de los medallistas olímpicos y paralímpicos, Ismael Hernández cumple con los compromisos pactados y el acercamiento que ha tenido con la gente que me reconoce y me felicita por lo hecho.

La fama, dice, “no me ha seducido, sigo siendo la misma persona y quiero tener la capacidad para inspirar a muchos jóvenes que como yo nunca dejemos de soñar.

Que entiendan que habrá obstáculos en la vida. No todo será en línea recta y hay que trabajar mucho para que se logren los proyectos. Tenemos talento y en el pentatlón moderno debemos hacerlo crecer, porque el compromiso que tengo es mantener el prestigio y el mérito que he ganado, aseguró el medallista.

Hernández dio positivo en un control antidopaje hace seis años por comer carne contaminada con clembuterol en los Juegos Centroamericanos de Mayagüez. Ese doloroso episodio en el que le retiraron el título y cumplir un año de suspensión, fue una experiencia que no se volverá a repetir.

Recibió críticas duras y sin sustento. Luego volvió, pero una lesión lo marginó de Londres 2012.

El resto se vio en Brasil con un resultado histórico para un pentatleta que próximamente emigrará a Estados Unidos para hacer una maestría y llevar la preparación lo mejor posible para Tokio 2020.