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Colegas, amigos y familiares despidieron ayer al sociólogo

Rodolfo Stavenhagen hombre de congruencia ética a toda prueba
 
Periódico La Jornada
Lunes 7 de noviembre de 2016, p. 9

Una despedida íntima, familiar y fraterna se rindió al investigador, académico, sociólogo y antropólogo Rodolfo Stavenhagen, quien falleció el sábado pasado a los 84 años, en la ciudad de Cuernavaca.

Al velatorio, que se llevó a cabo en su casa, acudieron algunos de sus amigos más cercanos, como Pablo González Casanova, Octavio Rodríguez Araujo, Gilberto López y Rivas, Enrique Semo y Lourdes Arizpe. Con coronas de flores enviadas por la Secretaría de Cultura y el Colegio de México, las exequias del maestro Rodolfo Stavenhagen resultaron una emotiva despedida.

De acuerdo con Luis Hernández Navarro, coordinador de Opinión de La Jornada, su cuerpo fue cremado la mañana del domingo en dicha ciudad.

El maestro Stavenhagen, autor de Las clases sociales en las sociedades agrarias, era un hombre extraordinariamente vital, cuya práctica de la ciencias sociales, la sociología y la antropología estaba estrechamente vinculada con experiencias personales y fundamentales para él, como la vivencia que tuvo en el primer viaje que hizo a Chiapas, con su padre, o su experiencia profesional en el desalojo de un grupo de mazatecos en una presa de Oaxaca, expresó Hernández Navarro.

“Todo ello lo marcó de manera muy intensa. Fue también hombre de enorme congruencia ética, a toda prueba. Eso hay que destacarlo, pues fue muy comprometido, a lo largo de toda su existencia, con los pueblos indígenas, no para hablar en nombre de ellos, sino para acompañarlos y defenderlos. Al final de su vida su trabajo jugó un papel fundamental, al unir el discurso de los derechos de los pueblos indios al discurso de los derechos humanos y su reconocimiento a escala internacional.

Jugó un papel muy relevante en Chiapas. Fue invitado por los zapatistas como asesor y también fue integrante de la comisión de seguimiento y verificación de los Acuerdos de Paz de los zapatistas. Fue el primer coordinador de esa comisión, que lamentablemente no tuvo un final feliz, ya que el gobierno federal descarriló esa iniciativa. Fue también integrante del grupo Paz con Democracia, junto con González Casanova, agrupación que se formó para buscar y dar continuidad al proceso de paz, ante la desaparición de la Comisión Nacional de Asuntos Indígenas, de la que era parte don Samuel Ruiz.