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Critican al gobierno por tolerar la actuación nociva de los acaparadores

Maniobras de intermediarios ocasionan que se quintuplique el precio del frijol

Los especuladores derrumban los precios en las cosechas; los productores venden para pagar deudas

 
Periódico La Jornada
Lunes 24 de octubre de 2016, p. 18

Alimento básico, tradicional y de identificación cultural, el frijol llega de tres a cinco veces más caro al consumidor en comparación con los precios que recibe el productor, dado los incrementos de intermediarios y acaparadores. Por segundo año consecutivo, más de la mitad de los 500 mil productores de la leguminosa recibirán entre 7 y 13 pesos por kilogramo, dependiendo de la variedad.

“No hemos logrado romper las reglas del juego impuestas por los grandes acaparadores –Valle Verde, La Costeña, Abetos, el Alazán, entre otros, y los más de 20 acaparadores ocultos en algunas organizaciones y localizados en Fresnillo, Miguel Auza, Río Grande, Juan Aldama y Sombrerete, Zacatecas– que por la falta de un programa de comercialización serio de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación (Sagarpa)”, explicó Manuel Alvarado, dirigente de El Barzón en Zacatecas.

Dijo que hasta el mes pasado el precio al productor de las variedades claras fue de 14 pesos por kilogramo, pero tras levantarse la primera cosecha de frijol negro, los intermediarios derrumbaron el precio a la mitad, aprovechándose de la urgencia de los campesinos por tener ingresos para pagar sus deudas y evitar perder, por embargos, sus escasos bienes.

Explicó que con los siete pesos por kilogramo, a los campesinos no les alcanza para cubrir los 11 mil 850 pesos del costo de producción por hectárea, ya que el rendimiento promedio por área es de 600 kilos, es decir, que la mayoría de los pequeños productores –con menos de cinco hectáreas– apenas obtendrán 9 mil pesos de ingresos si alcanzan dicho rendimiento.

Los productores de Zacatecas –que junto con Chihuahua, Durango, Sinaloa y Chiapas son los que aportan los mayores volúmenes de la leguminosa– están además entre la espada y la pared, porque el precio para ellos se determina considerando la cotización de la variedad negro Michigan, importado de Estados Unidos y que en la Merced se vende a 14 pesos por kilogramo.

Por la falta de una planificación en la producción, apoyo para regular los volúmenes y los precios, así como de un estudio actualizado sobre el consumo por variedades, las preferencias del consumidor, de la ubicación de las zonas productoras por variedades, México y sus productores están perdiendo, sobre todo, en las especies negras de frijol, aunque también se afectan las claras, abundó Alvarado.

Presente en la mayoría de los platillos mexicanos, las variedades negras son preferidas por los habitantes del sur-sureste y las claras por los del centro y norte; en esta última región se cuenta con dos variedades exclusivas: el azufrado de Sinaloa y el negro Jamapa de Nayarit, pero los productores se quejan por los precios bajos que reciben por sus cosechas, y los cuales están entre los 10 y 13 pesos por kilogramo, mientras que el consumidor paga entre 28 y hasta 35 pesos por ellos.

Ante el inicio de la temporada de cosecha del ciclo primavera verano, los acaparadores presionan a los productores para que vendan, pues saben que ellos no han olvidado que en 2014 el precio estuvo entre los cinco y seis pesos por kilogramo y el pasado no rebasó los ocho pesos. El problema actual es la devaluación del peso ante el dólar, pues los precios de semillas, fertilizantes, agroquímicos y materiales para el riego son en dólares, los cuales han aumentado entre 30 a 40 por ciento.