Opinión
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Astillero

Jóvenes veracruzanos (y de todo el país)

Fosas clandestinas

Dinero público al ahora cardenal

Polémica sobre uso de armas

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ía tras día se agrava el infierno en que ha sido convertido Veracruz. Un gobernador aparentemente condenado a la guillotina política es incapaz de poner un mínimo de orden en una estructura policiaca y de seguridad pública que está peor que nunca en esa entidad. El hallazgo de bolsas con los restos de tres jóvenes que habían sido secuestrados ocho días atrás ha potenciado la desesperación de los veracruzanos. Génesis Deyanira Urrutia Ramírez, Octavio García Baruch y Leobardo Arano son los nombres de quienes ya están oficialmente en la lista de muertos. De Alan Arroyo Prado aún no se conocía su destino a la hora de redactar la presente columna.

Lo que sucede en aquel lugar donde aún funge, y finge, como gobernante Javier Duarte de Ochoa es una estampa de la colección mexicana del horror social. En todo el país hay constantes reportes de niños y jóvenes desaparecidos, de gestiones desesperadas de familiares y padres ante autoridades encallecidas en cuanto a desatender los ruegos ciudadanos y de políticos de alto nivel especializados en pronunciar discursos optimistas y estadísticas a conveniencia.

Y por todo el país aparecen fosas clandestinas, como en el ejido Patrocinio, de San Pedro de las Colonias, Coahuila, donde se han encontrado miles de restos óseos y de material de vestimenta que indican la colocación allí de un alto número (aún sin precisión oficial) de cuerpos de personas que habían sido asesinadas, presuntamente por cárteles del crimen organizado y, evidentemente, con la tolerancia o cooperación de los cuerpos policiacos estatales y municipales. Mucho falta por esclarecerse en este país nuestro de nota roja, mientras continúa la agresión contra la población civil desde los flancos de los criminales sin cargo oficial y de los que sí tienen tales cargos.

Ahora que el papa Francisco ha nombrado como nuevo cardenal mexicano al arzobispo de Tlalnepantla, Carlos Aguiar Retes, conviene recordar la íntima relación presupuestal que ha establecido el presunto precandidato presidencial, Eruviel Ávila, con dicho jefe religioso ahora más encumbrado: dinero del erario mexiquense entregado directamente a la estructura eclesiástica, como se publicó en esta columna el pasado 3 de junio (https://goo.gl/lcRihm). Aquí se comparte el primero de los párrafos dedicados en esa ocasión para demostrar que el gobernador del estado de México ha destinado dinero público para beneficiar a grupos de élite católica: “Los caminos presupuestales de Eruviel Ávila deberían ser escrutables. El gobierno del estado de México ha programado peculiares ayudas a párrocos y catequistas de la arquidiócesis de Tlalnepantla, a cargo del arzobispo Carlos Aguiar Retes, quien fue presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam). La constancia está en un documento titulado Programa de apoyo del Gobierno del Estado a los catequistas y CARS (https://goo.gl/XqcXLG). Los CARS son los Consejos de Acción y Responsabilidad Social: una representación parroquial que adquiere personalidad jurídica para la generación de consensos con las diferentes entidades de gobierno e instituciones privadas, con el perfil necesario para la obtención y aplicación de los recursos de diversos planes y programas sociales (https://goo.gl/rx3jC2)”.

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OREMOS POR EL NUEVO CARDENAL. El papa Francisco informó ayer que se nombrarán 13 nuevos cardenales, entre ellos el obispo de Tlalnepantla, Carlos Aguiar Retes, quien en su cuenta de Twitter agradeció el apoyo. Ayer la Conferencia del Episcopado Mexicano agradeció la designación. También el arzobispo primado de México, Norberto Rivera Carrera, en su homilía en la Catedral Metropolitana pidió a la feligresía orar por Aguiar RetesFoto María Luisa Severianio

Respecto de la polémica que ha suscitado una iniciativa en el Senado para extender la facultad ciudadana de portar armas en determinadas circunstancias, el lector Álvaro Carlos Aldama y Luebbert comenta: “Un gobierno que teme a su pueblo impide que éste se arme. No tienen calidad moral para opinar en contra de que los civiles se armen, aquellos que tengan escoltas o ‘bono de riesgo’, dado que la mayor parte de nosotros no los tiene. Lo que ahora ocurre es que el ciudadano que respeta la ley está desarmado y a merced de los pillos o del gobierno agresor, que es lo mismo. Las comparaciones son odiosas, pero en Texas, antiguo territorio mexicano, cuando se permitió portar arma oculta a la ciudadanía el crimen se redujo un 30%. Igual podría pasar aquí, pero... con este ‘gobierno’ sacatón... sólo ellos pueden portar armas ‘legalmente’”.

Vicente González, director general de Geo Estratos, escribió a esta columna en relación con la entrega del pasado 4, en la que se habló de la historia oscura entre el senador Emilio Gamboa Patrón, su amigo y presunto prestanombres, Emilio Díaz Castellanos, el viaje en helicóptero que los llevó a dañar una zona natural protegida en Yucatán y las evidencias de negocios oscuros entre esos personajes y Guillermo Ruiz de Teresa, coordinador de puertos y marina mercante de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes: “Si bien existió una sociedad entre Geo Estratos SA de CV y DICAS Energy, SAPI de CV para la conformación del Instituto Tecnológico del Petróleo y Energía, dicha sociedad, como queda asentado en el acta de separación, fue disuelta el 17 de julio de 2015. Y, como queda certificado ante notario público en el registro del acta de la empresa, así como ante las autoridades responsables de evaluar y dictaminar los resultados del concurso de la ronda 1.3, DICAS Energy, SAPI de CV, y Emilio G. Díaz Castellanos nunca han sido socios en la empresa Geo Estratos SA de CV”.

Un lector, cuyo nombre se omite, comenta que “en la Universidad Autónoma de Chihuahua los nuevos directivos no pecan de sutiles. Así como el gobernador priísta saliente, César Duarte, usó al rector saliente, Enrique Seáñez, para imponer su gente en todas las escuelas de la UACh, ahora el flamante panista Javier Corral utiliza al nuevo rector, Luis Fierro, para hacer exactamente lo mismo. Háblenme de gatopardismo político, perpetuando las prácticas de siempre con el mismo pretexto de siempre, el ‘ejercicio democrático’. Cambian las caras, cambian los partidos, la corrupción permanece”. ¡Hasta mañana!

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