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Los de Abajo

Castigo ejemplar

N

o conforme con mentir sobre el paradero de los 43 normalistas de Ayotzinapa, el Estado encarcela a quienes, como Luis Fernando Sotelo, no se quedan callados y salen a las calles a exigir la verdad. Dos años de impunidad sobre Ayotzinapa, ningún autor intelectual encarcelado y una sentencia de 33 años y cinco meses de prisión para el joven de 21 años, acusado de ataques a las vías de comunicación y a la paz pública y de daño a la propiedad (los tres calificados), en un proceso jurídico repleto de irregularidades.

Luis Fernando también fue sentenciado a pagar una multa de 519 mil 815 pesos y la reparación del daño, que asciende a más de 8 millones de pesos. En esta condena, advierte el colectivo Los Otros Abogadoz, se observa claramente la venganza, el odio y el desprecio que el jefe de Gobierno (Miguel Ángel Mancera) tiene contra los estudiantes, sobre todo los jóvenes que piensan diferente, que cuestionan y se oponen a las injusticias y a las malas decisiones del gobernante en turno.

En noviembre de 2014, apenas dos meses después de la desaparición de los 43 normalistas, Luis Fernando iba vestido de negro, con pelo corto y una cresta pintada de verde. Iba ataviado de rebeldía cuando fue detenido y acusado de la quema de la estación y de un camión del Metrobús en Ciudad Universitaria. Su detención se realizó junto a la del joven Sergio Pérez Landeros, a quienes el conductor del Metrobús y los agentes implicados en la detención señalaron como autores de la quema. Sergio comprobó que se encontraba en su escuela en el momento de los hechos y fue excarcelado. Pero Luis Fernando permaneció en prisión y esta semana fue sentenciado. Tiene 21 años y lo condenan a permanecer en la cárcel hasta los 52. Y todavía el Ministerio Público se inconforma y apela a más años y más dinero.

El colectivo Los Otros Abogadoz considera que la acusación fue fabricada a modo por el Ministerio Público y que se alteraron los hechos y omitieron pruebas. Se trata, indican los abogados, de encontrar culpable a Luis Fernando para mandar el mensaje y castigo ejemplar a todos aquellos que decidan organizarse y protestar: jóvenes, estudiantes, maestros, indígenas, vendedores ambulantes, colonos y todo aquel que abajo resiste y se organiza.

El 28 de septiembre Luis Fernando y Abraham Cortés (preso en el Reclusorio Norte) iniciaron una huelga de hambre indefinida en protesta por la injusta condena. Una campaña nacional e internacional los acompaña exigiendo su libertad.

www.desinformemonos.org