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Familia francesa logra importante fallo en California; editor estadunidense apelará, anuncia

Arrecia batalla judicial por la propiedad intelectual de un catálogo de Picasso

Ese trabajo incluye más de 16 mil ilustraciones de pinturas y diseños del artista malagueño

 
Periódico La Jornada
Sábado 1º de octubre de 2016, p. 6

Washington.

Una familia francesa que posee los derechos de propiedad intelectual de un importante catálogo de obras del pintor español Pablo Picasso (1881-1973) consiguió esta semana una impactante victoria judicial en California, al término de un proceso que comenzó en 1996.

El editor estadunidense que perdió frente a la corte federal de apelaciones de San Francisco anunció el pasado miércoles, por conducto de su abogado, que demandaría una revisión del fallo judicial del día anterior.

Pasaron 20 años para que la justicia diera la razón a Yves Sicre de Fontbrune, fallecido en 2015 y ahora representado por su esposa y sus tres hijos.

El asunto tiene su origen en la fuerte relación que unía a Picasso con el célebre crítico de arte Christian Zervos, fundador de la casa Cahiers d’Art.

Este francés de origen griego, que murió en 1970 en París, editó un impresionante catálogo de pinturas y diseños de Picasso, que hizo públicas más de 16 mil ilustraciones de 1932 a 1978, reunidas en 33 volúmenes.

Ese trabajo, de referencia inigualable, es buscado hasta el día de hoy por investigadores e historiadores del arte.

Cuando Christian Zervos falleció, Yves Sicre de Fontbrune adquirió los fondos de comercio de las ediciones de Cahiers d’Art, convirtiéndose en el titular de los derechos de propiedad literaria y artística del famoso catálogo.

El Zervos

Sin embargo, en los años 90 del siglo pasado el editor estadunidense Alan Wofsy puso a la venta dos obras consagradas a Picasso que reproducen un número importante de fotografías del catálogo El Zervos.

En 1996, Yves Sicre de Fontbrune llevó ante la justicia a Wofsy, primero frente a los tribunales franceses, acusándolo de falsificación. La reunión de museos nacionales franceses y los herederos de Picasso se unieron para acudir a la vía judicial, sin saber que el proceso sería tan largo.

Los jueces que lo analizaron primero estimaron que ni las fotografías ni el catálogo eran obras protegidas, antes de que una apelación fuera interpuesta.

Y el 26 de septiembre de 2001, la corte de París ordenó a Alan Wofsy pagar 80 mil francos (136 mil 600 dólares aproximadamente al cambio actual) por daños a Yves Sicre de Fontbrune. Al fallo se sumó una multa de 10 mil francos por cada eventual repetición de la publicación de las fotos protegidas.

Esa multa, que es un medio para forzar a una persona a cumplir con las obligaciones a las que fue condenada, derivó en una segunda batalla judicial, en París y del otro lado del Atlántico.

Al constatar que Wofsy no respetó los términos de su condena, Yves Sicre de Fontbrune llevó la denuncia ante un nuevo juez, que le concedió en 2012 una liquidación de 2 millones de euros.

Además llevó el asunto frente a la justicia en California para obtener el pago de esa suma.

Pero Wofsy sostuvo que la noción de multa, que no tiene equivalente directo en la ley estadunidense, no era susceptible de ser aplicada en Estados Unidos.

En 2014, el editor estadunidense obtuvo la razón en primera instancia en un tribunal de San Francisco.

Sin embarego, ante la apelación de Fontbrune, la justicia estadunidense cambió de manera súbita de opinión el pasado martes, al sostener que la multa (no era) una multa.

De todas formas, la disputa judicial no ha terminado, confió Neil Popovic, abogado de Wofsy.

Entre otras cosas, el fallo de la corte de apelaciones (de San Francisco) no toma en cuenta la desproporcionalidad entre el monto de la multa y el perjuicio que sufrió el demandante, explicó, al tiempo que precisó que ya trabaja en la petición de revisión que pretende interponer.