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Bromista y afable, la actriz estadunidense fue galardonada con el premio Donostia

Sigourney Weaver conmueve con Un monstruo viene a verme

Presentó en San Sebastián la película del español Juan Antonio Bayona

Luego de referirse a la crisis de los refugiados, se mostró partidaria de que Hillary Clinton llegue a la Casa Blanca

Foto
Sigourney Weaver tras recibir el reconocimiento honoríficoFoto Ap
 
Periódico La Jornada
Jueves 22 de septiembre de 2016, p. 8

San Sebastián.

San Sebastián esperaba este miércoles a Sigourney Weaver, homenajeada con un premio honorífico, y la estadunidense no defraudó: bromista y afable en persona, hizo saltar las lágrimas del público con Un monstruo viene a verme, del español Juan Antonio Bayona.

La presentación de la tercera película del cineasta barcelonés, después de El orfanato y Lo imposible, quedó eclipsada por la magnética personalidad de Weaver, atenta con los fans y divertida con los periodistas en una reivindicativa rueda de prensa.

“Me alegro de que alguien además de mí recuerde que estuve aquí con Alien, el octavo pasajero en 1979”, bromeó tras la pregunta sobre su primera visita a San Sebastián cuando tenía 20 años como protagonista de esa película, en el papel de la teniente Ellen Ripley.

La importancia de esa heroína trascendió a su carrera. El mundo le está en deuda por la normalización en la industria de protagonistas féminas guerreras, activas, independientes, escribía Bayona este miércoles en un artículo en la revista del festival.

Ese papel transgresor y su prolífica carrera posterior le han valido para recibir en una gala de honor el premio honorífico Donostia, que ya recibió unos días antes el también estadunidense Ethan Hawke.

Estoy impactada, emocionada, afirmó Weaver en la rueda de prensa.

Me encanta trabajar en España, siento que tiene una relación muy especial con las películas. Aquí se consideran una forma artística, no sólo comercio, precisó.

Weaver no rehuyó ninguna pregunta y, además de criticar la gestión de la crisis de los refugiados, se mostró claramente partidaria de la candidata demócrata Hillary Clinton en las próximas elecciones de Estados Unidos.

Es muy emocionante que ahora en nuestro país, a pesar de los altibajos, nos estamos dando cuenta de que ya hace tiempo que deberíamos haber tenido una presidenta, afirmó.

Weaver desfiló por la alfombra roja de San Sebastián junto a Bayona para presentar el drama fantástico Un monstruo viene a verme, la historia de un chico preadolescente (Lewis MacDougall) que recurre a la fantasía para lidiar con el cáncer que sufre su madre (Felicity Jones).

Con Sigourney Weaver en el papel de abuela y Liam Neeson interpretando al monstruo que ayuda al niño, la película, más bien para adolescentes y adultos, basada en la novela homónima de Patrick Ness, hizo desbordar de emoción al público, que le dedicó una sonora ovación.

Poderosos efectos especiales y cuidada banda sonora

Mediante poderosos efectos especiales, una cuidada banda sonora y animaciones, el filme muestra cómo un chico demasiado mayor para ser niño y extremadamente joven para ser adulto se enfrenta a la dolorosa interrogante: ¿se curará mi madre?

Más allá de la emoción, para mí lo importante es el estado en el que uno se va a casa pensando en la película; todos los personajes de la historia quieren ser un reflejo de la vida, afirmó el cineasta.

Además de este filme, fuera de competencia, también se presentó la producción chilena Jesús, de Fernando Guzzoni, una de las dos candidatas latinas a la Concha de Oro.

Guzzoni, quien ganó en 2012 el premio de mejor nuevo director del festival, pone el foco en la crudeza de la sociedad chilena y la falta de entendimiento intergeneracional mostrando los conflictos entre un joven involucrado en un crimen sin motivo y un padre que piensa en delatarlo.

En total, hay 17 películas en competencia; son de España, Argentina, Chile, Francia, Reino Unido, Estados Unidos, Suecia, Islandia, Polonia, Corea del Sur, China y Japón.

En la sección para películas latinoamericanas, Horizontes Latinos, se presentaron la cubana Santa y Andrés, de Carlos Lechuga, sobre un escritor gay vigilado por los comunistas, y El amparo, opera prima del venezolano Rober Calzadilla.

La jornada también sirvió para que los cineastas vascos homenajearan a San Sebastián, en ocasión de su capitalidad cultural europea con un conjunto de 12 cortos sobre la ciudad, titulado Kagelebiak.

La 64 edición del Festival Internacional de Cine de San Sebastián finalizará el sábado, con la gala de premiación.