Opinión
Ver día anteriorDomingo 18 de septiembre de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Mundos chiapanecos
D

istintos universos se viven en un recorrido por Tuxtla Gutiérrez, Chiapa de Corzo y San Cristóbal de las Casas, ciudades de Chiapas, uno de los estados más ricos en cultura y recursos naturales de México. En una visita para impartir conferencias en corresponsalías del Seminario de Cultura Mexicana, visitamos primero la cálida Tuxtla Gutiérrez. No obstante que su origen data del siglo XVI su aspecto es moderno. La presidenta de la sede local del Seminario, la gentil poeta Socorro Trejo, con muy buen tino escogió como sede de la plática el museo de la Marimba.

Originales muestras antiguas del seductor instrumento musical, así como las herramientas con que se fabrica y recuerdos de algunos de sus mejores intérpretes, brindan una interesante visita. Enfrente se encuentra el parque de la Marimba, donde todos los días del año, al anochecer, distintos grupos tocan las maderas que cantan con voz de mujer. La población acude a bailar y no hay visitante que se resista.

El cierre fue una cena en el restaurante Las Pichanchas, que ofrece las sabrosuras de la gastronomía chiapaneca. Menciono algunas: las sopas de pan y chipilín con bolitas de masa y elote tierno, cochito y una variedad de tamales únicos.

En el camino a San Cristóbal de las Casas hicimos una breve parada en Chiapa de Corzo, en cuya Plaza de Armas admiramos su fuente de estilo mudéjar de ladrillo rojo, conocida como La Pila y los portales que la rodean. Aquí se celebra anualmente la fiesta de los parachicos, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Al llegar al fresco y lluvioso San Cristóbal ya nos esperaba el presidente de la corresponsalía, el culto doctor Jorge Paniagua, quien fue nuestro anfitrión y guía en un deleitoso recorrido por esa hermosa ciudad, que es un museo vivo. Fascina ver por doquier a personas de las distintas etnias, ataviadas con sus hermosos atuendos tradicionales.

La ciudad fue fundada en 1528 con el nombre de Villa Real. Tras la anexión de Chiapas a México, el 14 de septiembre de 1824, la ciudad tomó su nombre actual por el patrono de la ciudad, San Cristóbal, y del defensor de los indígenas, Fray Bartolomé de las Casas.

Con construcciones de todos los siglos, caminar por las estrechas banquetas de laja dorada, constituye un paseo por su historia. Entre las joyas arquitectónicas que conserva sobresale el templo de Santo Domingo. La exuberante fachada, genuina alhaja barroca, es sin duda una de las mejores de América. Las exquisitas figuras que la adornan se modelaron en argamasa y conjugan elementos arquitectónicos, escultóricos y decorativos en bajo y alto relieve.

El interior conserva la traza del siglo XVI. Se ha recuperado el piso de madera original. La bóveda de la nave y el presbiterio poseen siete arcos transversales, así como un sistema de iluminación interior, poco usual, mediante ventanas rectangulares y frontones triangulares de estuco.

Los muros interiores del templo están recubiertos casi en su totalidad por paneles de madera y ocho retablos salomónicos estofados en oro, con soberbias esculturas de origen guatemalteco y pintura religiosa, la mayor parte es obra de los gremios de artistas locales. Destaca el exuberante púlpito dorado que parece surgir de entre los muros y es uno de los pocos ejemplares de ese tipo que sobreviven.

Al norte de la iglesia se encuentra el antiguo convento, magnífica construcción que consta de tres crujías de dos plantas, en torno a un patio de doble arquería. Ahora alberga un museo que en la planta baja muestra la historia de la ciudad con distintas colecciones artísticas e históricas. En la alta se encuentra el Centro de Textiles del Mundo Maya, con prendas notables de Chiapas y Guatemala, exquisitamente elaboradas.

Aprovechamos para conocer el museo del Ámbar Lilia Mijangos y en su tienda adquirir algunas joyitas de esa ancestral resina, que se extrae del cercano pueblo de Simojovel y trabajan con maestría artesanos locales.

Nos quedaron múltiples pendientes... hay que volver.