Cultura
Ver día anteriorDomingo 11 de septiembre de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 

El Franz Mayer aloja Tornaviaje: la Nao de China y el barroco en México (1565-1815)

Ahondan en vasto intercambio que influyó en la cultura mexicana

La exposición documenta los vínculos entre el Pacífico oriental, Europa y el Nuevo Mundo durante el virreinato

Reúne 250 piezas: textiles, cerámica, marfiles, esculturas, retablos

Se ofrece la magnífica oportunidad para emprender una travesía única, señala el director del museo

Foto
Mantón de Manila, 1644-1911, perteneciente a la Colección Franz Mayer, pieza textil incluida en la exposición inaugurada la noche del miércoles en el recinto de avenida Hidalgo 45, Centro Histórico. La exhibición concluirá el 30 de octubreFoto cortesía del museo
 
Periódico La Jornada
Domingo 11 de septiembre de 2016, p. 2

La exposición Tornaviaje: la nao de China y el barroco en México (1565-1815) ahonda en la relevancia y la riqueza del intercambio comercial y cultural que vinculó a las civilizaciones del Pacífico oriental, de Europa y el Nuevo Mundo durante la época virreinal.

Integrada por unas 250 piezas del periodo barroco, entre las que figuran textiles, cerámica, marfiles, esculturas, retablos y objetos de navegación, la muestra permanece abierta al público en el Museo Franz Mayer y concluye el 30 de octubre.

De acuerdo con el director del recinto, Héctor Rivero Borrell Miranda, esa exhibición representa una magnífica oportunidad para emprender una travesía única por uno de los intercambios comerciales y culturales más antiguos y duraderos de la humanidad, pues abarcó dos siglos y medio, de 1565 a 1815.

Éste es el de la Nao de China o el galeón de Manila, como se conocían a las naves españolas que cruzaban el Pacífico entre la capital de Filipinas y los puertos de la Nueva España, principalmente Acapulco.

En particular, destaca el funcionario, la exhibición permite advertir la trascendencia que ese intercambio tuvo para el desarrollo no sólo económico y social de nuestro país, sino también cultural, tema que es ignorado.

Uno no se da cuenta de la importancia de este intercambio. Por ejemplo, en relación con el arte, muebles, técnicas, comida, palabras, maneras de pensar y actuar, filosofía; en fin, en muchas cosas que son parte de nuestra cultura y, a veces, no nos preguntamos de dónde provienen, expresó el también diseñador gráfico.

Lo interesante de la exposición es que permite reconocer esa influencia que vino de fuera y cómo sus diferentes expresiones adquirieron aquí carta de naturalización y se volvieron parte de nuestra cultura.

Aportes recíprocos

Las culturas orientales hicieron aportes a México y hubo reciprocidad de nuestro país.

Por ejemplo, el traje típico de tehuana utilizado en el istmo oaxaqueño tiene su origen en un ropón de bebé traído de Filipinas; o bien, envolver los tradicionales tamales con hoja de plátano se debe a que ese material natural es utilizado en algunas de esas culturas para la cocción de algunos alimentos.

La contribución mexicana a Oriente se hace patente en el curry de India, que en realidad es un mole con un chile mexicano que llegó a aquel país en el siglo XVII; también en el lenguaje, pues, según expertos, alrededor de mil palabras de origen prehispánico son de uso común en el idioma actual de Filipinas.

Tornaviaje: la nao de China y el barroco en México (1565-1815) ha sido posible gracias a la colaboración con los museos Internacional del Barroco, de Puebla, y el Naval de Madrid.

Curada por Luis Gerardo Morales Moreno, está dividida en cinco apartados temáticos: Navegación, en la que se destaca la importancia de la colonización de Filipinas y cómo este hecho marcó el comienzo del circuito mercantil que facilitó a los barcos retornar de Asia al Nuevo Mundo; Comercio, que describe las diferentes rutas de intercambio comercial entre la Nueva España, Asia y Europa; y Corsarios y naufragios, en la que se narra la lucha por el control de los mares entre españoles, británicos e ingleses.

También se incluye el apartado denominado Cultura material, que cuenta de qué manera los distintos tipos de consumo por medio de la nao de China fueron marcando el tipo de tráfico mercantil de las distintas zonas, así como los gustos de sus élites y clases populares.

Por último, La cuenca del Pacífico, que ilustra la extensión geográfica y estado económico actual de la zona Asia-Pacífico, integrada por más de 50 países.

Con esta muestra, el Museo Franz Mayer prosigue un año de festejos por su labor de tres décadas de promover las artes decorativas, el coleccionismo y la investigación en México.

La exposición Tornaviaje: la nao de China y el barroco en México (1565-1815) puede visitarse en avenida Hidalgo 45, Centro Histórico, de martes a viernes de 10 a 17 horas, y sábados y domingos de 10 a 19 horas.