Economía
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Recaudación de fondos por medio de Internet está fuera de supervisiones y regulaciones

Hasta 50 mil mdd al año se lava en el sistema financiero mexicano

El blanqueo de recursos de procedencia ilícita ha crecido, afirma director de TM Sourcingπ

 
Periódico La Jornada
Sábado 3 de septiembre de 2016, p. 23

El lavado de dinero obtenido de actividades ilegales es un delito que va en aumento. La forma de blanquear las ganancias del crimen organizado ha tomado nuevas rutas, algunas de ellas fuera del alcance por ahora de la supervisión de las autoridades. Una de ellas es la financiación de proyectos a través de plataformas digitales de recaudación de fondos, actividad cuya regulación es un tema de la agenda legislativa.

El lavado de dinero ha ido creciendo en el mundo y en México, dijo Teodoro Briseño, director de TM Sourcing, firma que apoya a entidades vulnerables a prevenir el control de este delito.

En México son blanqueados cada año entre 15 mil y 50 mil millones de dólares, principalmente mediante el sistema financiero, cantidad que, aseguró Teodoro Briseño, es reconocida por autoridades de la Secretaría de Hacienda, la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y la Procuraduría General de la República.

Una medición del Instituto Nacional de Estadística y Geografía de 2013 determinó que el lavado de dinero en México alcanza un monto equivalente a 1.6 por ciento del producto interno bruto. Eso significa unos 340 mil millones de pesos a valor actual, unos 18 mil millones de dólares. La consultoría Stratfor, especializada en temas de seguridad, calcula que las organizaciones criminales mexicanas envían a México entre 19 mil millones de dólares y 39 mil millones de dólares producto de actividades ilegales.

El principal vehículo para el blanqueo de capitales sigue siendo el sistema financiero, expuso Briseño, quien obtuvo la certificación de la CNBV en prevención de lavado de dinero. Sin embargo, apuntó, hay otras actividades vulnerables de ser empleadas por grupos delictivos para tratar de lavar dinero obtenido de actividades ilegales. Entre ellas, citó las operaciones inmobiliarias, las realizadas en centros cambiarios y en la banca privada, que son las áreas de negocio de bancos que atienden a clientes de alto ingreso, donde las instituciones financieras, dijo, han puesto especial atención en prevenir ser utilizadas.

De la mano de la innovación tecnológica han surgido otros canales empleados por grupos delictivos para tratar de lavar el dinero que obtienen de las actividades ilegales. Uno de ellos es en las plataformas digitales a través de las que se mueve dinero sin que sean bancos –y por tanto no están reguladas–, conocidas como FinTech.

En el periodo de sesiones del Congreso que se inició el primero de septiembre, se tiene previsto que los legisladores traten una regulación para empresas FinTech, de la que hasta ahora no se ha ofrecido detalle. Entre estas compañías están las llamadas crowdfunding, la financiación colectiva de proyectos por medio de pequeñas aportaciones económicas de gran cantidad de personas.

El crowdfunding no debe ser estigmatizado. Tampoco regularse de tal manera que una vía por la que miles de proyectos en todo el mundo han encontrado una opción de financiamiento distinto al tradicional ofrecido por las instituciones de crédito pierda su efectividad.

Lo que debe hacerse a través de la regulación es identificar quién hace las aportaciones a los proyectos y quién las recibe, para evitar que sean ingresados recursos que nadie sabe de dónde vienen, dijo Briseño, cuya empresa organiza el viernes de la próxima semana un seminario sobre prevención de lavado de dinero en la Ciudad de México (http://bit.ly/1cnQH7K).

Hay un desconocimiento real de quién y cómo reciben dinero a través de estas plataformas de micro financiamiento colectivo. No tenemos datos que nos aproximen a saber cuánto dinero se lava a través de estas plataformas, pero no porque no lo haya, sino por desconocimiento, agregó. Lo claro es que hay un riesgo si no están reguladas. Donde no hay reglas, ahí va la delincuencia.