Sociedad y Justicia
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Se busca que aumente de 2 a 10% su penetración en los hogares

Alto precio al público, reto a vencer por los productores de alimentos orgánicos
 
Periódico La Jornada
Lunes 8 de agosto de 2016, p. 40

En busca de alimentos más nutritivos, libres de agroquímicos y pesticidas para mejorar su salud, numerosos consumidores prefieren los productos orgánicos, pero sus elevados precios los hacen poco asequibles para la mayoría de la población.

El precio de estos artículos se eleva porque se requiere más mano de obra para cuidar los cultivos y más tiempo para criar las aves. Además, su volumen es menor al convencional. La obtención del sello orgánico también se ha convertido en un elemento que los encarece, explicó Hernán Martínez, director general de México Orgánico.

¿Cómo hacer que los costos de los productos orgánicos sean más accesibles y lleguen a más consumidores? Es un reto y un punto muy complicado de resolver. Varios productores consideran que la certificación es un mal necesario, pero encarece los productos; se están buscando diversas posibilidades, comentó.

La Ley de Productos Orgánicos acepta la llamada certificación participativa o sistemas participativos, que garantizan la calidad orgánica y sana de los productos locales generados a pequeña escala, basados en relaciones de confianza y que promueven los compromisos de salud, equidad y certidumbre ambiental, explicó Laura Gómez Tovar, del Departamento de Agroecología del Centro de Investigaciones Interdisciplinarias para el Desarrollo Rural Integral de la Universidad Autónoma Chapingo.

Al cobijo de dicha ley, diversos productores han multiplicado su participación en 90 mercados alternativos solidarios de producción campesina en Tlaxcala, Quintana Roo, Guanajuato, Oaxaca, estado de México, Veracruz y la Ciudad de México, quienes han realizado un esfuerzo para cambiar el método de producción, pues no existen apoyos para transitar de la agricultura convencional a la orgánica ni hay programas de investigación integrales que respondan a las necesidades de los agricultores, explicó.

En dichos lugares se encuentran hortalizas de temporada, algunas frutas y productos pecuarios. Allí, por ejemplo, un kilogramo de jitomate cuesta 30 pesos y cada huevo, de 3 a 3.50 pesos. Ante la demanda de algunos sectores de la población, las industrias buscan asociarse con empresas de productos orgánicos exitosas, como Aires del Campo y Herdez, la cual hace cinco años compró 50 por ciento de la primera, pero sus productos resultan dos a tres veces más caros que los convencionales.

Rocío Miranda, de la Unidad de la Fuerza Indígena y Campesina, comentó que en la organización hay mil 500 productores orgánicos de hortalizas, café, mango y naranja de Baja California, Guerrero, Chiapas, estado de México, Michoacán, Guanajuato, Campeche y Sinaloa, que ofrecen su producción en los mercados locales. No ha logrado producir para las masas de consumidores. Tampoco pretenden competir con las grandes cadenas de distribución, sino ofrecer directamente sus cosechas a los consumidores. En algunos casos hay un sobreprecio, pero finalmente su mercancía es más saludable que los productos convencionales.

Comentó que productores de Guerrero venden café orgánico en 80 pesos por kilogramo en su comunidad, en 150 pesos en la zona y en 250 pesos en los supermercados. La zanahoria, detalló, está entre 10 y 13 pesos por kilogramo. Su reto es vender la producción en máximo 20 días para que conserve su frescura y calidad.

En México, la producción orgánica se inició con el café en los años 60 del siglo pasado; actualmente, de acuerdo con estadísticas oficiales, hay 169 mil productores en 512 mil hectáreas, con más de 250 productos diferentes; el mercado ve en dichos productos un potencial y espera que en una década pase de 2 a 10 por ciento su penetración en los hogares.