Opinión
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Jazz

De fiestas y festivales

A

pesar de los pesares, los festivales de jazz continúan celebrándose por todas partes. Ni los recortes presupuestales ni los bloqueos carreteros han podido con la obcecada necedad de toda esta gente que se organiza para llevar la fiesta del jazz a sus propios espacios. De hecho, sólo en la recta final de julio hubo en Córdoba, Querétaro, Pachuca y Guadalajara.

En junio, en el Festival de Campeche, escuchamos la nueva banda de los hermanos Alejandro, Emmanuel y Rodrigo Mora, que desde 1998 hicieron historia con el grupo Xamán. Ahora han armado un estupendo septeto llamado Akintech Jazz Project (Akintech es el nombre maya de Campeche) y para ello convocaron a Javier May (sax), Juan Carlos Pérez (trompeta), Aurelio Pech (percusiones) y Tirso Buenfil (también ex Xamán) en la batería. El sonido de sus standards latinizados es impresionante. Al público no le importó que el siguiente grupo fuera Yellowjackets, siguió ovacionando de pie hasta que el septeto regresó al encore.

Ya en julio, en el Festival de Xalapa, pudimos asistir a uno de los conciertos más intensos y estremecedores de nuestra sesentera existencia. Era el trío de John Patitucci y, por supuesto, el maestro del contrabajo ofreció un set impecable, contundente; aunque en realidad la noche entera se la llevó Chris Potter, quien con sus incandescentes y portentosos fraseos de sax tenor –pero sobre todo con la mágica manera de adherir los silencios a cada uno de sus solos– dejó en claro que es uno de los más grandes instrumentistas del jazz contemporáneo.

Pero bueno, estábamos en la recta final de julio, cuando mi subconsciente y yo nos fuimos a Córdoba y a Guadalajara para presentar el Atlas del jazz en México. En el Jalisco Jazz Festival, paralelamente a un muy emotivo homenaje a Jazzamoart y a los múltiples conciertos y seminarios, se organizó el foro Conozcamos nuestra comunidad. Cuatro mesas que abordaron los temas de educación del jazz, la independencia en la música, el Atlas del Jazz en México y difusión del jazz en medios masivos.

Tres de los especialistas participantes nos comentaron:

Germán Palomares (gerente de Horizonte 107.9): “Creo que la organización es muy afortunada. La selección de las personas que formaron parte de las mesas podría mejorar, pero aun así, el resultado es bastante apreciable; salvo por la escasa asistencia, y creo que esas cosas, que son fundamentales para promover la presencia del jazz en los medios electrónicos, para hablar de cómo los empresarios y la gente que se dedica a promover el jazz hace su trabajo y cómo lo puede hacer mejor, son fundamentales.

Pero necesitamos encontrar otras maneras para convocar a los interesados, porque ya se ve que es en la parte de producción donde se está fallando. Creo que muchas de las cosas que se dijeron en las mesas son muy interesantes, podrían interesarle a mucha gente, pero me temo que esa gente no tuvo noticias de la realización de este foro.

Marisol Pacheco (editora de la revista Music Life): “Es importante que esos espacios se den en el marco de un festival. La educación musical necesita de más sustento para poder enfrentar los cabildeos de negociaciones con instituciones públicas y privadas, y este foro permite que toda esa gente sepa lo que se está haciendo. Yo veo como un acierto muy grande del festival de Jalisco.

“La idea es que nos conozcamos todos los que estamos involucrados en esta escena. El temario de las cuatro mesas me gustó mucho, además de que la presencia de Unesco me pareció muy importante; tener una cara internacional le dio más prestigio las mesas.

“En las mesas de trabajo faltó convocatoria; pienso que habrá que trabajar más en esto, hacer una base de datos de los interesados para que haya más gente el año que entra. Bueno, en la mesa del Atlas... hubo lleno total, pero sí, en otras fue muy poca gente. Hay que echarle más ganas.”

Julio Rivarola (director de MexiMM): “Con la mesa sobre educación musical… creo que falta mucho desarrollo, faltan programas académicos que estén enfocados al desarrollo creativo de los músicos; su trabajo pedagógico no es muy adecuado para la carrera del jazz propiamente. Creo que la mesa sobre la independencia en la música fue de muy alto nivel, pues plantearon situaciones muy concretas de cómo se proyecta un artista en el mercado a través de su estructura orgánica. Si un artista quiere vivir de la música debe sustentar las reglas del mercado”.

Nuria Sanz me pareció una moderadora de muy alto nivel, porque daba una perspectiva más global de cada situación. Viniendo de la Unesco, tiene una visión muy diferente a la que tenemos aquí, pero que también es necesaria para todos nosotros.