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Ver día anteriorLunes 8 de agosto de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Aprender a morir

Un récord de libertad

E

ste mundo casi a diario rompe récords de aturdimiento, contradicciones y absurdos, en esa atroz confirmación de que las fuerzas de Sísifo no se agotan, ni siquiera para empujar una y otra vez, enceguecido por los siglos de los siglos, el mismo peñasco a la imaginada cima, como si la armonía fuese cuestión de alturas y no de lucidez. Una legislación timorata y mentalidades hipócritas encubren encarnizamientos terapéuticos y falsos profesionalismos empeñados en prolongar agonías, con el pretexto de respetar al paciente.

Sin experiencia asimilada o con perversidad premeditada, la sociedad posmoderna se esmera en ocultar e incluso desaprobar la muerte por ley, exaltando –y explotando– la juventud, la naturaleza y el derecho a la vida en abstracto, mientras en concreto despliega mañana, tarde y noche la violencia en mil formas y la falsa lucha contra el crimen organizado en otras tantas, hasta convertir en modelo a seguir a los mejores delincuentes, esos que la celosa y condicionada ley no quiere castigar.

Una alarmada nota señala que la decisión de una deportista le está dando la vuelta al mundo reabriendo la espinosa polémica de la muerte digna. Tan piadosa frase pareciera dictada por el sistema y no por el sentido común. En cualquier caso quiere volver espinoso y polémico el derecho natural a morir con dignidad, derecho al que se oponen velada o abiertamente políticos, eclesiásticos y médicos, demasiado entusiasmados con salvar vidas a cambio de considerables pero inútiles gastos a cargo de instituciones, pacientes y familiares.

Marieke Vervoort, prestigiada deportista nacida hace 37 años en Bélgica, uno de los pocos países donde la eutanasia es legal y el único que la permite en menores, fue dos veces campeona mundial de triatlón, pero en 2008 una enfermedad degenerativa la postró en una silla de ruedas. Lejos de abandonarse, la mujer continuó centrada en el deporte hasta obtener con su silla nuevas victorias paralímpicas: oro en 100 metros planos y plata en 200 y 400 metros, además de récords mundiales en 400, 800, mil 500 y 5 mil metros.

Entre el 7 y el 18 de septiembre Marieke competirá en los Juegos Paralímpicos de Río con la intención de obtener otra medalla y a su regreso solicitar la eutanasia, cansada ya de padecer fuertes dolores y desmayos frecuentes. No faltarán los vitalistas que reprueben su decisión. Afortunadamente, ella está acostumbrada a ganar.