Que digan que estoy dormido: revista teatral es una puesta valiente que busca reflexionar sobre la corrupción en México y la impunidad como la que se sucede Veracruz.

La obra, cuyo estreno se realizó el pasado viernes en el teatro Sergio Magaña, plantea una vuelta al humor crítico y fársico prevaleciente en las carpas, en las que comediantes como Jesús Martínez Palillo decían verdades mientras el público le pedía ¡échale más! y el histrión politicón respondía con reproche: ¿qué, quieres que haga la revolución por los méndigos 100 pesos de tu boleto?

El director Martín Acosta expresó a La Jornada que su montaje es una revista teatral, una radiografía tragicómica de la realidad nacional. Ofrece una versión de los tiempos que corren en el país, a partir de la violencia y represión ejercida en Veracruz.

El título de la obra remite a la frase de la famosa canción México, lindo y querido, critica al poder y pregunta qué hacen los mexicanos como ciudadanos ante la devastadora realidad nacional.

Pero no sólo ahí. La prostitución, la clase política, la pederastia, la negligencia médica, las elecciones y la impunidad son algunos de los temas que se abordan, en la que, por medio de esketches y del humor negro se radiografía la realidad nacional a partir de la violencia y represión experimentada en los años recientes en Veracruz.

Luis Enrique Gutiérrez Ortiz, quien hace la dramaturgia de la puesta, y Martín Acosta son fundadores de la compañía Xalapa Hace Teatro, dedicada a producir y promover proyectos escénicos en la entidad, en coproducción con el Instituto Veracruzano de la Cultura (Ivec).

Estrenada en 2015 en el teatro La Caja de la Universidad Veracruzana, la obra lleva dos temporadas y 24 representaciones, con éxito en taquilla y catalogada por la prensa local como teatro valiente y de denuncia.

En la charla, el director Acosta añadió que se trata de teatro fársico que pretende recordar el teatro de revista musical de principios del siglo XX.

Al institucionalizarse el priísmo este teatro dejó de ser útil y entramos a uno mucho más académico, más formal en muchos sentidos. Recuerdo haber visto, todavía, en el Teatro Blanquita, a cómicos como Borolas que jugaban un poco con este tono. Yo soy director de teatro y hago obras que tienen una estructura y un aliento estéticos, y en este caso es una reminiscencia de lo que imaginamos fue ese teatro. Aunque hay muchos documentos gráficos, no hay ya quien haya sido testigo de esas obras.

Sus fuentes para dar contexto a Que digan... son los noticiarios, las notas de los periódicos y la abrumadora opinión de la vox populi, de la Fuenteovejuna. Las paredes oyen. La clase política es un punto donde todo confluye para hablar del tema de la impunidad. Esta información está en todos los medios de comunicación, en las redes sociales.

Lucha por la justicia

–¿Considera que la cumbre de la impunidad actual esté focalizada en el caso de la llamada Casa Blanca?

–Pues sí. El problema es que no se hace justicia. En México debemos lograr que se haga justicia y mientras más nos planteemos esto quizá hallemos una salida, una esperanza.

Sobre si hay o no censura en el tratamiento de estos temas en el teatro, señaló que lo real es que hoy “necesitamos de un Palillo. Yo creo que no hay censura en ningún lado. Lo que hay es venganza. Hay casos en los que no hay censura, sino crimen. No sé en qué momento empieza la primera o el segundo”.

Que digan que estoy dormido: revista teatral ofrecerá funciones hasta al 4 de septiembre, los viernes a las 20 horas, sábados a las 19 y domingos a las 18, en el teatro Sergio Magaña, ubicado en Sor Juana Inés de la Cruz 114, colonia Santa María La Ribera, cerca del Metro San Cosme. Los boletos pueden adquirirse en taquilla a un precio de 136 pesos, con descuento de 50 por ciento a estudiantes, maestros, trabajadores de gobierno e Inapam.