Integrantes del Movimiento Urbano Popular (MUP) exigieron a las autoridades capitalinas detener la política de desalojo de inmuebles, el uso de la fuerza pública y la criminalización de las organizaciones sociales, e instalar una mesa de trabajo para impulsar un programa emergente de vivienda.

En las semanas recientes se desalojó a los moradores de al menos una decena de inmuebles que ocupaban de manera irregular por carecer de ingresos para acceder a una vivienda digna, quienes no sólo sufren agresiones de los policías, sino el robo de sus pertenencias, señalaron.

Con el apoyo de jueces y notarios han aparecido dueños de inmuebles expropiados por el Instituto de Vivienda (Invi), con el fin de entregarlos al sector privado para construir plazas comerciales, pues se busca que la zona oriente del Centro Histórico se convierta en el Manhattan mexicano, expusieron.

Pablo Gutiérrez, vecino de la zona, denunció que este problema viene de la administración pasada, cuando el Fideicomiso y la Autoridad del Centro Histórico fungían como corredores inmobiliarios, con el pretexto de repoblar la zona.

Sin embargo, los únicos que llegaron fueron gente adinerada y empresarios, que se han apropiado de inmuebles para convertirlos en plazas, lo que va en contra de la declaratoria del Centro Histórico como patrimonio de la humanidad, afirmó.