Cuesta mucho trabajo recaudar los impuestos para que alguien se los robe, fustigó Aristóteles Núñez, jefe del Servicio de Administración Tributaria (SAT), al arremeter contra las autoridades que no gastan bien lo que pagan los contribuyentes, pese a que el monto se ha incrementado en los últimos años. Además, criticó a los empresarios que no formalizan a sus trabajadores o bien los registran ante el IMSS con un salario mínimo aunque por fuera les paguen más, afectando con ello su futura pensión y su fondo de vivienda.

Los asalariados aportaron 550 mil millones de pesos, casi la mitad del billón 200 mil pesos que el SAT recaudó el año pasado en impuesto sobre la renta (ISR), refirió.

Los patrones deben ser solidarios con sus trabajadores porque si tienen buen poder adquisitivo compran más en sus negocios, expresó al participar en el foro Red de Negocios Nacional, organizado por la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex).

“Cuesta mucho trabajo recaudar los impuestos para que alguien se los robe, porque se tiene que tener vergüenza para estar frente a los contribuyentes y decirles ‘paguen sus impuestos porque eso dice la ley’, y saber que alguien no los gasta bien.

Estamos en un momento muy importante: o hacemos entender a las autoridades que tienen que hacer buenos gobiernos y buen uso de los recursos que todos los mexicanos pagamos, o vamos a perder varias generaciones y vamos a perder la fe en este país, y si perdemos la fe en este país, se acabó el país, sentenció el funcionario, lo que le valió los aplausos de los empresarios.

Obligaciones vs. derechos

Aristóteles Núñez reconoció que cada día se queda más débil el argumento que siempre usó de que el artículo 31 constitucional en la fracción cuarta establece la obligación de pagar impuestos porque esos recursos sirven para prestarle servicios a la población.

Los jóvenes han sabido responder: sí, si es cierto que es una obligación pero también el artículo cuarto constitucional dice que tengo derecho a una vivienda, a un servicio médico, a vivir con armonía y seguridad en este país, para eso contribuyo y esa es obligación de las autoridades, destacó.

Así que, dijo, el argumento de que es una obligación pagar impuestos subsiste en la medida de que hagamos un retorno de servicios a quienes contribuyen, por lo que reconoció que esa es una gran deuda que tenemos. De no haber sido por la recaudación adicional que logró el año pasado el SAT por parte de los contribuyentes y que llegó a 366 mil millones de pesos, entonces se hubiera reducido a la mitad el presupuesto para el sistema educativo público de primaria y secundaria que cada año atiende a 14 millones de niños y para el cual se requieren 600 mil millones de pesos anuales, dijo.

El funcionario también fustigó el canibalismo empresarial de algunos, que afecta a la clase trabajadora al no formalizar a sus empleados o registrarlos ante el IMSS con un salario mínimo aunque les paguen la mayor parte de sus ingresos por fuera, creándoles una minusvalía en sus fondos para vivienda y pensión.

Reveló que el SAT ya comienza a recibir denuncias al respecto de los mismos trabajadores y hasta el momento ha detectado tres redes distintas de sindicatos y cooperativas que ofrecen esos esquemas de contratación, pero no precisó en qué sectores operan ni el número de trabajadores que involucran.

Exhortó al sector privado a formalizar a sus empleados para generar un círculo virtuoso para sus negocios, la economía y el país, pues dijo a los empresarios que trabajadores con mejores salarios son consumidores que compran más.

Después de esta plática seguramente me van a correr, comentó el jefe del SAT, al final de su ponencia que calificó como autocrítica.