Las medidas preventivas adoptadas por el Banco de Inglaterra, de inyectar 250 mil millones de libras esterlinas al sistema financiero, serán respaldadas por los bancos centrales afirmó el presidente de la Global Economy Meeting (GEM), Agustín Carstens. Enfatizó que los bancos centrales estamos preparados para apoyar el funcionamiento adecuado de los mercados financieros.

Carstens Carstens también gobernador del Banco de México, aseguró: Los bancos centrales vigilarán de cerca el funcionamiento y la estabilidad de los mercados financieros y cooperarán de manera estrecha.

Estas declaraciones fueron efectuadas al finalizar la sesión de la Reunión de la Global Economy Meeting, con motivo de las reuniones anuales del Banco de Pagos Internacional (BPI), en la que los banqueros centrales congregados en Suiza discutieron las implicaciones del referéndum que tuvo lugar en el Reino Unido sobre su permanencia o su salida de la Unión Europea.

Tras conocerse los resultados del referendo, el Banco Central de Inglaterra dijo en un comunicado que proveerá de 250 mil millones de libras esterlinas extra al sistema financiero y destacó que tiene herramientas adicionales para hacer frente a lo que describió como periodo de incertidumbre y ajuste.

Proveerán liquidez

Por su parte, el Banco Central Europeo dijo que está listo para proveer de liquidez adicional si se requiere, en euros y en monedas extranjeras. Anunció que está monitoreando de manera cercana los mercados financieros y que está en contacto con otras autoridades monetarias.

Por último, la Reserva Federal de Estados Unidos también afirmó que sigue de cerca el desempeño de los mercados financieros globales, en cooperación con otros bancos centrales, después del referendo. Señaló que está preparado para dar liquidez en dólares vía líneas de swaps existentes con otros bancos centrales como sea necesario.

El Banco de China también se comprometió a mantener un amplio nivel de liquidez. En opinión del G-7, el exceso de volatilidad que muestran los tipos de cambio producto del Brexit podría perjudicar la estabilidad económica y financiera global, de ahí la actuación expedita que los bancos centrales de sus países miembros están haciendo y la estrecha vigilancia que mantendrán sobre los movimientos de los mercados y la estabilidad financiera.