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Abren muestra

Homenaje a Caravaggio, en Madrid

Influencia del maestro del claroscuro en sus coetáneos del norte

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Obras de Michelangelo Merisi Caravaggio (1571-1610), en imágenes tomadas de Internet. Hoy se inaugura la exposición que reúne 53 lienzos del artista italiano, 12 de los cuales serán admirados como una ocasión histórica, informa el Museo Thyssen-Bornemisza
 
Periódico La Jornada
Martes 21 de junio de 2016, p. 7

Madrid.

Michelangelo Merisi Caravaggio fue un genio rupturista que hizo escuela: no sólo fascinaba su singular uso de la luz y el color, sino también la manera en que sus obras respiraban un estilo de vida desordenado que contribuyó a engrandecer el culto en torno a su figura.

Desde hoy una exposición en el Museo Thyssen-Bornemisza de Madrid rinde homenaje al maestro del claroscuro centrándose en cómo influyó en sus contemporáneos del norte de Europa. En total, 53 lienzos, 12 de ellos destacadas obras de Caravaggio, que suponen una ocasión histórica, como afirmaba ayer el director de la institución, Guillermo Solana.

La felicidad de Solana no es para menos. Tres largos años fueron necesarios para que saliera adelante la muestra Caravaggio y los pintores del norte, que reúne obras maestras de las colecciones del Museo Metropolitano de Nueva York, los Uffizi de Florencia o el Ermitage de San Petersburgo. Y es que como señaló el director del Thyssen-Bornemisza, “hay que agarrarse los machos para prestar un ‘Caravaggio”’. El propio museo ya no presta el suyo.

Comisariada por el holandés Gert Jan van der Sman, profesor de la Universidad de Leiden e integrante del Instituto Universitario Olandese di Storia dell’Arte de Florencia, la exposición destaca el legado del artista confrontando sus obras con las de sus seguidores.

Y entre los primeros que admiraron la singularidad de Caravaggio figura nada menos que otro maestro del Barroco: Peter Paul Rubens.

Trabajar ad vivum

La muestra abarca la trayectoria de Caravaggio (Milán, 1571-Porto Ercole, 1610) desde su llegada a Roma hasta sus últimas obras. En apenas dos años, pasa de una colorida paleta a un marcado claroscuro.

Entre finales del siglo XVI y principios del XVII, Caravaggio se convierte en una estrella en una Roma en plena ebullición artística, explica Van der Sman. Más de 2 mil pintores, muchos de ellos extranjeros, se establecieron allí para seguir el estilo de ese maestro sin ataduras academicistas, que trabajaba ad vivum inspirándose en aquello que veía.

La exposición, que concluirá a principios de septiembre, cierra con la imponente obra El martirio de Santa Úrsula (1610), que Caravaggio pintó pocas semanas antes de su prematura muerte. En ella, el artista se autorretrata sujetando una lanza justo en el momento en el que el rey de los hunos hiere con su flecha a la santa.