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Fernando Domínguez sostiene que los modelos de estudio en México no están actualizados

En la música contemporánea está el futuro, asegura clarinetista

Los conservatorios y escuelas se han enfocado en generar integrantes de orquestas, pero éstas están desapareciendo, señala en entrevista

Mañana presentará el disco Negro fuego cruzado

 
Periódico La Jornada
Lunes 6 de junio de 2016, p. 5

La música contemporánea de concierto aún no las tiene todas consigo en México. No, al menos, en el ámbito académico, considera el clarinetista Fernando Domínguez, quien mañana presentará su disco compacto Negro fuego cruzado.

Los planes de estudio responden todavía a un modelo que no ha sido actualizado del todo, por lo menos en el estudio de los instrumentos. Los conservatorios y escuelas de música han estado a lo largo de años muy enfocados en generar músicos que puedan integrarse en orquestas, explica el también docente.

“Lo cierto es que el campo laboral ha cambiando mucho, no sólo en el país, sino en el mundo. Hay países tradicionales de orquesta donde las agrupaciones están desapareciendo, como Estados Unidos y Alemania, por razones económicas.

Entonces, ese camino ya no es tan seguro. Me parece que los estudiantes deben buscar otras opciones de desarrollo laboral y la música contemporánea puede ofrecérselas.

Reitera, no obstante, que para ello debe haber apertura en la academia, los maestros y los programas de estudio, y subraya que el propósito es ampliar el panorama de enseñanza y que ello, a su vez, pueda ayudar a las nuevas generaciones a tener mejor desarrollo como instrumentistas.

Como maestro, estoy convencido de que tenemos la responsabilidad de acercar a nuestros alumnos al repertorio que se está creando en este momento. La música que existe ya está allí y no necesita validación, me refiero a los compositores tradicionales, indica.

Alejado del exotismo

Integrante del Ensamble Ónix y el Quinteto de Alientos de la Ciudad de México, Fernando Domínguez hace las anteriores precisiones a partir de su convicción de que la música contemporánea es el terreno por excelencia del clarinete bajo, instrumento en cuya ejecución, difusión y enseñanza es uno de los pioneros en México.

Alumno del holandés Harry Sparnaay, el intérprete mexicano resalta que gracias a ese repertorio dicho instrumento ha dejado de ser visto con cierto exotismo y se ha incorporado de manera natural al ámbito sonoro.

Destaca que en la actualidad hay un amplio y variado mosaico musical para clarinete bajo en el mundo, desde obras para instrumento solo y acompañado por otros, hasta piezas electroacústicas y conciertos con orquesta.

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Domínguez es uno de los pioneros en México en la ejecución, difusión y enseñanza del clarinete bajoFoto Héctor Ramos

Si bien se trata de un repertorio relativamente reciente, con unos 30 años, precisa que el clarinete bajo tiene mayor antigüedad en la historia de la música, aunque adscrito al ámbito orquestal.

Menciona como ejemplos las partes que protagoniza en óperas de Wagner, en obras de Ravel, el gran solo de la Consagración de la primavera, de Stravinsky, y el papel preponderante que le da Silvestre Revueltas en Sensemayá.

Justo de esa riqueza, diversidad y versatilidad es de lo que Fernando Domínguez busca dar cuenta en su disco Negro fuego cruzado, el cual es parte del proyecto con el que el ensamble Ónix festeja este 2016 el vigésimo aniversario de su fundación.

Intitulada Solistas de Ónix, esta serie discográfica producida por el sello Urtext consta de sendos álbumes grabados de forma individual por los cinco integrantes de la agrupación.

El del clarinetista es el segundo en aparecer y está integrado por creaciones de seis compositores mexicanos con los que él mantiene no sólo cercanía y afinidades estéticas, sino una larga historia de amistad y colaboraciones.

Ellos son Ana Lara, Eugenio Toussaint (ya fallecido) Javier Álvarez, Hilda Paredes, Arturo Fuentes y Gonzalo Macías. De los tres primeros grabó piezas para instrumento solo y de los restantes con uso de electrónica.

El disco no responde a una línea estética en particular. Las obras son muy distintas entre sí, algo que yo buscaba con la intención de dar un panorama lo más amplio posible de que en México gozamos de una gran cantidad de voces, matices y propuestas compositivas, explica Fernando Domínguez.

Dividí el disco en dos partes. El ánimo es mostrar que el instrumento puede sostenerse por sí mismo, como lo haría un actor en un monólogo, pero también puede interactuar de manera totalmente orgánica con la tecnología. Eso abre infinitamente el campo de la posibilidad de repertorio para el instrumento.

La presentación del álbum será el martes 7 de junio a las 19:30 horas en la Fonoteca Nacional (Francisco Sosa 383, Coyoacán), con la participación de Ana Lara y Javier Álvarez, así como del flautista Alejandro Escuer, fundador de Ónix.