El empaque genérico o neutro de los cigarros es un componentes de la estrategia integral que busca erradicar la epidemia de tabaquismo. En Australia está vigente desde diciembre de 2012, y junto con el aumento de precios, ha demostrado que la cifra de fumadores se redujo 15 por ciento.

Otros países que han aprobado la medida son Reino Unido, Irlanda y Francia. Chile y Singapur tienen la intención de impulsarla. En México, aunque el secretario de Salud, José Narro Robles, afirmó el pasado martes que el país está listo para iniciar la lucha por el empaque genérico, hay varios pendientes que han retrasado el avance de la política nacional contra el tabaquismo.

Está, principalmente, la iniciativa de reforma a la Ley General para el Control del Tabaco para garantizar espacios ciento por ciento libres de humo, presentada al Congreso en diciembre de 2012.

Esta y otras medidas, también pendientes, forman parte de los compromisos asumidos por México desde 2004 en el Convenio Marco para el Control del Tabaco, de la Organización Mundial de la Salud (OMS).

El empaque genérico es la disposición que ha enfrentado la oposición más severa de la industria, la cual, del cabildeo con legisladores y estrategias para retrasar las acciones, llegó a interponer controversias comerciales ante instancias internacionales contra ese tipo de cajetillas, como la que está vigente en contra de Australia, donde, no obstante, dichas envolturas existen y cuentan con el respaldo del tribunal superior.

Esta y las otras acciones previstas en el convenio tienen la finalidad de prevenir que niños y adolescentes empiecen a fumar, así como abatir la adicción al tabaco y el impacto en quienes mueren por enfermedades asociadas al humo de cigarro.

La OMS advierte que ha crecido el interés por las cajetillas genéricas, en color neutro, sin logotipos ni imágenes de marca, con las cuales se busca disminuir el atractivo de los productos y aumentar la eficacia de las advertencias de salud.

Entre los temas pendientes en México destaca la reforma a la ley vigente para eliminar las áreas para fumadores en espacios públicos cerrados.

La iniciativa, presentada por la legisladora Maki Esther Ortiz Domínguez, está detenida en el Senado y ha sufrido varias modificaciones que la limitan. Sobre la prohibición de áreas para fumadores en lugares públicos, el presidente de la Comisión de Comercio, Héctor Larios, promovió un plazo de dos años para que las empresas cumplan, según han denunciado organizaciones civiles.

También se excluyó a las universidades de los sitios donde no se debe fumar y mantiene excepciones para permitir la publicidad de productos del tabaco. Aún así, no ha logrado pasar para su votación en el pleno del Senado.

En tanto, la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios informó que en la presente administración se han realizado más de 102 mil inspecciones en establecimientos, de las que derivaron mil 694 suspensiones por violaciones a normas de humo de tabaco. Entre enero y mayo de 2016 se han suspendido 64 negocios por el mismo motivo.