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Economía Moral

Para unificar conceptos y mediciones de desarrollo, desigualdad y pobreza/ VII

Interacciones entre los tres conceptos se analizan en 2006 y 2014

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a ambición de unificar conceptos y mediciones de desarrollo, desigualdad y pobreza multidimensionales, que he venido abordando en esta serie de entregas (los viernes del 18 de marzo al 22 de abril), y que hoy retomo, ha tenido una primera presentación en un foro académico. Máximo Jaramillo y yo presentamos una ponencia en el XVI Seminario Nacional de Política Social de la Remipso (Red Mexicana de Investigación sobre Política Social) en la UANL, en Monterrey, el 11 de mayo pasado que retoma, con algunas modificaciones y precisiones, las seis entregas anteriores de esta serie y le añade una interesante variedad de cálculos empíricos como segunda parte elaborados por Jaramillo. Estas aplicaciones empíricas confirman que, en efecto, la unificación no se queda en la retórica, sino que aterriza con suavidad en cálculos concretos con las mismas bases de datos, de las ENIGH que desde principios de los años 90 vengo utilizando para medir pobreza. Ahora ha quedado claro que el MMIP (Método de Medición Integrada de la Pobreza) se ha convertido en lo que siempre fue potencialmente: un método de Medición Multidimensional Integrada de la Pobreza (P) la Desigualdad (D) y el Desarrollo (DES), MMIPDDES. En las tres dimensiones, lo que se mide es el bien-estar objetivo (BEO), o satisfacción de necesidades, que es el elemento constitutivo de los tres conceptos. Es decir, lo que se mide no es la pobreza de recursos (carencia o insuficiencia a nivel individual o del hogar), ni la desigualdad social (o concentración) de recursos, ni el crecimiento social de los recursos. Tampoco se mide, en ninguno de los tres casos, el acceso a satisfactores. Lo que se sí se mide es la insuficiencia del BEO de individuos y hogares (P), la distribución social desigual del BEO (D), y el cambio en el BEO a escala social (DES). Algunas relaciones entre los tres elementos, mediadas por su elemento constitutivo, son:

1. Relación entre nivel de producción, desigualdad y BEO. Esta relación permite entender los dos elementos determinantes centrales del BEO, nuestro elemento constitutivo. Como un indicador provisional del volumen de recursos que una sociedad destina, en un año dado, al bienestar de su población, podemos adoptar el consumo total, que es igual a la suma del consumo privado (el que hacen los hogares con sus propios recursos) y el consumo público (el que lleva a cabo el sector público en beneficio de la población, como educación, salud, etcétera). Para hacer el dato comparable entre sociedades y en el tiempo, el C debe expresarse por adulto equivalente (CAE) que es una aproximación al concepto de unidad de necesidades. El BEO social resultante no depende sólo del monto del CAE, sino de su distribución entre la población. Mientras más desigual sea la distribución, menor será el valor resultante, en términos de BEO, de un monto dado de CAE. Esto se debe a que una unidad de consumo adicional de una persona pobre genera un BEO mayor que la misma unidad adicional consumida por un rico. En los principios del MMIPDDES esto se formula como BEO marginal decreciente por arriba del umbral integrado de pobreza (P) y como la existencia de un máximo de BEO, después del cual el bienestar marginal es igual a cero o, en algunos casos, negativo (véase entrega del 15/4/16). Si GC es el coeficiente de Gini del consumo total, la medida más usada de desigualdad (concentración), que cuando es igual a 0 indica igualdad total (todas las unidades de AE equivalente consumen lo mismo) y cuando es igual a 1 indica desigualdad total (una persona consume todo), entonces el BEO en dicha sociedad será BEO=CAE (1-GC). La fórmula expresa que si GC es igual a 0, el BEO será igual a CAE, si es igual a 0.5, el BEO será igual a la mitad del CAE, y si es igual a 1, el BEO será igual a cero. Ésta es una relación muy conocida entre los economistas, que se refieren, sin embargo, al bienestar subjetivo o utilidad. Adalberto García Rocha (AGR) titula el capítulo V de su libro La desigualdad económica (El Colegio de México, 1986), La desigualdad como malestar. Refiriéndose a Hugh Dalton, precursor en estos temas en los años 20 del siglo XX, dice: De acuerdo con los planteamientos de Dalton, la desigualdad debería medirse como la proporción que el bienestar alcanzado con los bienes y servicios existentes, representa del bienestar máximo posible con los bienes existentes. Este último se obtendría si esa producción se distribuyera por igual (p.95). Por tanto, la medida de desigualdad, añade AGR, es igual al cociente del bienestar (en el sentido subjetivo o utilidad) derivado de la distribución observada del ingreso, dividida entre el bienestar que se derivaría l de una distribución totalmente igualitaria del mismo. Más adelante, señala que Atkinson, uno de los más destacados estudiosos de la desigualdad, propone medir la desigualdad, comparando el ingreso que distribuido igualitariamente generaría el mismo bienestar que el ingreso actual y su distribución. “La idea, añade, es que sin desigualdad, la comunidad alcanzaría el mismo nivel de bienestar con menos ingreso, o en general con menos esfuerzo productivo. En esta acepción, la desigualdad es un fenómeno de desaprovechamiento del ingreso en el logro del bienestar” (pp.96-97).

2. La relación entre desigualdad y pobreza (dado un nivel de recursos o de producción) es muy conocida. Si en una sociedad de cinco personas los ingresos totales de 800 al día se distribuyen así: 15, 25, 50, 150 y 560, y la línea de pobreza es 155, cuatro de las cinco personas son pobres. Si con el mismo ingreso y número de personas, otra sociedad distribuye el ingreso de manera totalmente igualitaria le tocaría a cada uno 160 y, con la misma LP, nadie sería pobre.

3. La gráfica muestra la interacción entre las tres dimensiones. En el eje horizontal se presentan los hogares agrupados en deciles, del I, el más pobre, al X, el mejor situado. En el eje vertical se expresan los puntajes de logro; del BEO a partir de 1.0 hacia arriba y el MALEO (malestar objetivo) por debajo de éste; y se marcan los umbrales de pobreza (1.0) y de indigencia (0.5) con líneas horizontales, así como el valor promedio (nacional) del puntaje del MMIP en ambos años: 0.699 en 2006 y 0.639 en 2014, mostrando un deterioro (un DES negativo) entre ambos años. En la gráfica se aprecia que la D medida por la relación entre el logro del l decil X y el del decil I, bajó entre 2006 y 2014, de 6.51 veces a 6.23 en 2014. La pobreza puede verse al notar que sólo los deciles IX y X tienen puntajes promedio superiores a la norma de 1.00 en 2006 y sólo el X en 2014 (sube un poco la pobreza como puede verse por la distancia entre las rayas verticales; y la indigencia aumenta también entre 2006 y 2014 pues en el primer año 3 deciles tienen puntaje promedio menor a 0.5 y en 2014 y suben a 4.

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