Economía
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Esa salida de capitales impulsó la demanda de dólares y presionó el peso a la baja

Inversionistas foráneos retiraron 6,200 mdd de bonos del gobierno

Por segunda semana consecutiva la moneda nacional se ubicó como la segunda más devaluada entre países emergentes

La aversión al riesgo determina el tipo de cambio, dice Banco Base

 
Periódico La Jornada
Martes 17 de mayo de 2016, p. 18

En busca de mejores rendimientos y mayor seguridad para sus recursos, en los primeros cuatro meses del año inversionistas extranjeros retiraron 6 mil 200 millones de dólares, equivalentes a 106 mil 800 millones de pesos, que tenían invertidos en bonos de deuda del gobierno federal, revelaron expertos del grupo financiero Santander México. Pero para Gabriela Siller, directora de Análisis Económico-Financiero de Banco Base, la inestabilidad cambiaria de la moneda mexicana se debe a la especulación cambiaria.

Ese retiro de capitales impulsó la demanda de dólares en el mercado y al mismo tiempo provocó que el peso sufriera presiones a la baja para ubicarse, por segunda semana consecutiva, como la segunda moneda más devaluada entre los países emergentes, sólo después del rand de Sudáfrica, con 3 y 1.8 por ciento respectivamente, dijeron por separado expertos financieros.

Además, la demanda de dólares ha obligado a las autoridades a apuntalar al peso con la venta de divisas en el mercado e inyectar, según la cuantificación de los analistas de Santander México, 5 mil 562 millones hasta el corte del 6 de mayo. Hasta febrero la política monetaria del Banco de México consistía en una subasta diaria de dólares, pero ese mes tomó la decisión de suspender esa venta para ordenar el mercado.

En lo que va de mayo, dijo Gabriela Siller, el peso se ha depreciado alrededor de 5.6 por ciento, colocándose como la tercera divisa de mayores pérdidas entre las divisas de economías emergentes, y como la más depreciada entre monedas latinoamericanas, por detrás del peso colombiano que pierde 4.7 por ciento durante mayo. Lo anterior deja en evidencia que el principal determinante del tipo de cambio ha vuelto a ser la aversión al riesgo, la cual se disparó desde que Donald Trump quedó como único candidato (sic) a la presidencia de Estados Unidos. Lo anterior se hizo evidente por un incremento en los flujos a favor del dólar y en contra del peso, los cuales se incrementaron de manera importante durante las últimas dos semanas. En el mercado de futuros de Chicago, las posturas netas a la espera de una depreciación del peso pasaron de 12 mil 420 contratos a 45 mil 220 contratos, cada uno de 500 mil pesos. Lo anterior implica un incremento de 264 por ciento en el número de contratos netos a favor del dólar estadunidense (y apostando en contra del peso). Este movimiento en el mercado de futuros es señal de que los inversionistas ven mayores riesgos para el peso a mediano y largo plazos.

Por su parte los expertos de Santander México dieron a conocer que con datos al cierre de abril la tenencia de valores gubernamentales en manos de inversionistas extranjeros (excluyendo Bondes D) en el primer cuatrimestre del año registró una disminución importante por 106 mil 800 millones de pesos, monto que representa en dólares 6 mil 200 millones, la cual considera una fuerte caída en la tenencia de Cetes por 179 mil 500 millones de pesos, mientras se observó un flujo en bonos M por 73 mil 600 millones de pesos. Asimismo, en el caso de Udibonos se ha registrado una baja marginal por 900 millones de pesos.

Preocupa el crecimiento

Esos movimientos, explicaron, derivan de un entorno donde la aversión al riesgo en los mercados financieros internacionales regresó, preocupados por el crecimiento mundial, y en ese contexto, las monedas de países emergentes mostraron por segunda semana consecutiva una importante depreciación frente al dólar, pero destacando sobre todo nuestra moneda y el rand de Sudáfrica, considerando que son las monedas más líquidas dentro de los emergentes.

Además de la incertidumbre por el entorno internacional, añadieron, se debe considerar que se ha registrado una disminución en la parte doméstica en la tenencia de valores gubernamentales por los inversionistas extranjeros, fundamentalmente en la parte de Cetes. Pero además debemos considerar que al inicio de mayo el gobierno federal realizó la recompra de valores gubernamentales en la parte corta de la curva de los bonos M (menores a tres años), en donde la participación de los inversionistas extranjeros en esta parte de la curva es elevada. En este sentido, es probable que el inversionista extranjero mostrara interés por la operación con el gobierno, generando la posibilidad de demanda de dólares. Sin embargo, consideramos que buena parte de la depreciación del peso fue como resultado del entorno internacional.