Si bien es difícil que en los Juegos Olímpicos se pueda presentar una situación extradeportiva que afecte directamente a los competidores, el presidente de la Federación Mexicana de Esgrima, Jorge Castro, afirmó que hay algunos países –sobre todo las potencias mundiales de la especialidad– que no ven con agrado que ahora los nacionales asciendan en el ámbito mundial de este deporte.

Al término de la presentación del equipo tricolor de la especialidad que participará en Río 2016, el dirigente comentó que durante el proceso de clasificación de algunos espadachines se dieron algunas cosas raras, aunque afortunadamente se sobrepusieron por la calidad que están mostrando.

Mencionó que a veces los países forman alianzas en los procesos de calificación, que fue lo ocurrido en al menos tres competencias en las que participaron los mexicanos. A veces se extendía sin razón el tiempo reglamentario de combate o se usan uniformes que no registran adecuadamente los toques con la idea de beneficiar a ciertos participantes.

Confía en que sigan superándose, pero no se hace falsas ilusiones de que puedan subir al podio en Brasil: Espero que no me vayan a callar por andar de bocón diciendo que no ganarán, y qué tal que sí obtienen medalla.

De los ocho que irán a la justa, cinco estuvieron en el Centro Deportivo Olímpico Mexicano en la reunión con los medios: Alejandra Terán, Julián Ayala, Daniel Gómez, Nataly Michel y Tania Arrayales, mientras Paola Pliego, Julieta Toledo y Úrsula González fueron enlazadas desde Europa.

Todos los esgrimistas, inclusive los que asistirán a sus segundos Juegos Olímpicos como Julián y Úrsula, consideraron que será hasta Japón 2020 cuando México podrá subir al podio en la disciplina.