Madrid.

Real Madrid avanzó a la final de la Liga de Campeones, en la que enfrentará al Atlético el próximo 28 de mayo en Milán, luego de ganar 1-0 al Manchester City –mismo marcador global luego del 0-0 en la ida–, en un duelo con poco futbol y excesivo respeto de los dos equipos.

Los merengues sobrevivieron porque intentaron más que su rival inglés, que tuvo un rendimiento decepcionante para una semifinal de Champions y sólo se atrevió a ir al frente cuando ya se veía eliminado por el gol, que fue con un disparo de Gareth Bale, pero que se acreditó comoautogol al defensa Fernando.

El City inició con muchas precauciones, mientras los blancos fueron mejores colectiva e individualmente, aunque les faltó el instinto de otros juegos.

Los únicos que entendieron qué exigía el duelo fueron Isco y Marcelo. Crearon superioridad por la banda izquierda y hallaron un hueco ante una defensa que desde el minuto siete perdió por lesión a su capitán, Vincent Company.

Sin embargo, Real Madrid echó de menos una buena versión de Cristiano Ronaldo. Visiblemente disminuido por sus problemas musculares, el portugués actuó precavido para no lesionarse. Era un Cristiano al 50 por ciento.

Pero los merengues tuvieron pegada. Al minuto 20 llegó el único tanto en la mejor jugada de los locales en la primera parte. Carvajal profundizó sobre Bale, quien con poco ángulo disparó con la derecha para situar el balón en la escuadra, luego de un desvío de Fernando.

El City bajó las manos y se fue a la esquina. Durante unos minutos pareció un boxeador al borde del nocaut, pero el Real Madrid lo dejó vivo y tuvo su oportunidad.

Llegó en el minuto final de la primera parte, con una apertura hacia Fernandinho y un disparo seco que se fue al palo derecho de Keylor Navas. El choque se fue al descanso con un ambiente extrañamente frío en el Santiago Bernabéu. Real Madrid tenía un tanto, pero la eliminatoria estaba viva.

Tras el descanso, los blancos dieron la pelota al City y buscaron la contra. En una clara oportunidad, Modric se quedó solo ante Joe Hart y éste sacó un balón complicado (52), después Jesé la tuvo pero disparó alto (53), y Ronaldo, primero con un cabezazo (55) y después con un disparo raso desde la frontal (59) que se encontró con el portero inglés.

A la defensiva, un impasable Sergio Ramos se imponía en cada acción ante un Sergio Agüero de nuevo intrascendente.

Mientras Real Madrid no marcara el segundo gol, el drama permanecía en el Bernabéu. Y la tuvo Bale al 64, con un espectacular remate que se estrelló en el palo. El City sobrevivía de milagro.

El encuentro se convirtió en un intercambio de imprecisiones. El conjunto inglés se ahogaba cuando llegaba a la zona de tres cuartos y los merengues regalaban pases en su precipitado intento de lanzar contrataques.

La emoción del final compensó un partido mediano. Un gol llevaba al City a la final. El segundo ponía a los blancos en Milán. El Bernabéu entró en combustión, consciente de lo que necesitaba su equipo.

El encuentro murió en el área local, con Ramos y Pepe sacando balones ante la agonía de sus fieles y la más clara fue del Kun Agüero, quien al 89 lanzó un disparo que pasó cerca del travesaño.

Real Madrid se instaló en su segunda final de la Champions en las recientes tres temporadas y repetirá el duelo de 2013-14, cuando conquistó su décima corona europea.

Hoy es un día para disfrutar del momento con la afición, que ha estado fenomenal, pero no hemos conseguido nada, aclaró Zinedine Zidane, quien podría conquistar la Champions en su estreno como técnico, aunque advirtió que la final será un partido difícil.

Por su parte, Pellegrini señaló que no tuvimos fortuna en el gol, fue un centro desviado, y aseguró que “echamos de menos a jugadores como David (Silva) y Samir (Nasri) para generar peligro.

No fue un partido demasiado creativo por los dos equipos y ninguno mereció ganar, quizá lo más justo habría sido un empate y jugarnos todo en los penales.