La música representó, de forma literal, la vida para el director de orquesta Armando Zayas, quien falleció la madrugada de ayer a los 86 años de edad, en su domicilio en la ciudad de México.

Fueron 64 años los que el maestro dedicó de manera profesional a esa disciplina, en la que se distinguió como impulsor de la música mexicana de concierto de todas las épocas.

Todavía se encontraba en activo hasta hace unos días no obstante que padecía cáncer pulmonar, como director de Orquestas Juveniles en el Centro Cultural Ollin Yoliztli y asesor musical de la Secretaría de Cultura de la Ciudad de México.

Esta última institución le rindió ayer por la tarde un homenaje de cuerpo presente en la sala Silvestre Revueltas del Centro Cultural Ollin Yoliztli, en el cual tocaron las orquestas Típica de la Ciudad de México y la Juvenil de ese centro. De forma posterior, se realizaron las exequias fúnebres en una agencia en el sur de la capital.

La Orquesta Sinfónica del Instituto Politécnico Nacional (Osipn) anunció ayer por la tarde que dedicará los dos conciertos de su próximo programa a la memoria de quien fue uno de los promotores de su creación, en 1965, y su director titular de 1997 a 2003.

Discípulo de Celibidache, Moncayo, Jiménez Mabarak y Halffter

Nacido el 11 de marzo de 1930, en la Ciudad de México, Armando Zayas se distinguió por propiciar el desarrollo y el reconocimiento de la música de concierto, así como por promover la obra de compositores mexicanos.

Esto último lo hizo no sólo con la programación de piezas de autores nacionales en las orquestas de las cuales estuvo al frente, sino también con numerosas grabaciones, entre las que destaca el álbum doble 10 compositores mexicanos: siglos XIX y XX, con la Osipn.

En una entrevista con La Jornada, en junio de 2014, con motivo de un homenaje que le rindió la sinfónica politécnica, el director asumió como impagable la deuda que tenía con el arte sonoro.

“Ha constituido –afirmó– mi felicidad, me ha llenado siempre de satisfacciones y amor. ¡No tengo duda: ha valido mucho la pena dedicarle prácticamente toda mi vida, ha recompensado todos mis esfuerzos!”

Armando Zayas realizó estudios de composición y dirección de orquesta en México, Bruselas y París con maestros como Sergiu Celibidache, José Pablo Moncayo, Carlos Jiménez Mabarak, Rodolfo Halffter, Jean Giardino e Igor Markevich.

Además de la Sinfónica del IPN, fue director de las orquestas Típica de la Ciudad de México, la del Conservatorio Nacional de Música y la Sinfónica Juvenil de la Delegación Magdalena Contreras, así como de la Sinfónica Nacional y la Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México.

También fue relevante su participación de director musical de la Compañía de Danza Mexicana y el Ballet Popular Folklórico de Amalia Hernández.

Premio Nacional de Ciencias y Artes

Por su proyecto para la creación de la Escuela Mixe de Oaxaca, que actualmente es el Centro de Capacitación Musical (Cecam), Armando Zayas obtuvo el Premio Nacional de Ciencias y Artes en el campo de Artes y tradiciones populares.

Armando Zayas veía con optimismo los cambios significativos que había experimentado la música de concierto en México a partir de la segunda mitad del siglo XX, y consideraba que el panorama actual de esa disciplina en el país es realmente muy gratificante.

Sin embargo, también sostenía que aún falta que la música y los músicos mexicanos den ese salto cualitativo para homologarse con los de Estados Unidos y los de Europa.

Falta, sobre todo, creo, el interés y los recursos por parte de muchas autoridades de la educación. No digo que todas, pero sí considero que en México hace falta un apoyo más intenso, más consciente a la educación en todos sus niveles, desde la básica hasta la superior. Lo que puede sacar adelante al país es, precisamente, la educación, dijo Armando Zayas en la conversación con este diario.

La educación básica está por los suelos. Pero no es por culpa de los maestros, sino de las políticas educativas que se han tenido en el gobierno desde hace varias décadas.