Opinión
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México SA

Ínfima calidad del empleo

Más plazas, menor salario

Precarización galopante

E

l discurso oficial no deja de presumir las bondades de lo que en el gobierno federal denominan política económica y su reflejo social inmediato: la generación de empleo formal. Y como parte del pregón está el hecho de que en 39 meses (hasta febrero de 2016) de estancia en Los Pinos se registraron un millón 800 mil puestos de trabajo (46 mil por mes como promedio, incluidos los eventuales urbanos y del campo), el número más alto en las últimas cinco administraciones (EPN dixit).

A primera vista tal resultado es positivo, pues son permanentes 85 por ciento de las referidas plazas formales. Sin embargo, tal monto sólo representa la mitad de los puestos de trabajo demandados por los mexicanos en edad y condición de laborar (de cada dos sólo uno logró colarse a la formalidad) y fuera del discurso oficial queda el hecho de que el empleo en el país es cada día más precario, es decir, con ínfimos salarios y prácticamente nulas prestaciones.

De hecho, lo anterior es parte de la dinámica laboral que se observa desde que la tecnocracia se asentó en Los Pinos, poco más de 33 años atrás, la cual sexenio tras sexenio ha empeorado. Así, empleo escaso y peor salario constituyen una bomba social que gobierno e iniciativa privada desestiman por, dicen, el histórico aguante de los mexicanos silenciosos.

Cierto es que en los 39 meses de Peña Nieto se ha registrado el mayor número de empleos formales, aunque el grueso de ellos, en el mejor de los casos, sólo paga salario mínimo, como ya es costumbre. En igual periodo, pero con Fox en la residencia oficial, se reportó una pérdida de 426 mil plazas, y con Calderón apenas 223 mil nuevos puestos de trabajo en el sector formal. Con Zedillo el aumento fue de 448 mil. Entonces sí, como afirma EPN, en el presente sexenio se reporta el mayor número, pero a todas luces insuficiente y, como se anota, precario (todas las cifras corresponden a la estadística del IMSS).

¿Cómo va el empleo en esta República de discursos e información parcial? El Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC) nos ofrece un paseo por el tema. Va pues.

Durante 2015 la desocupación fue inferior a la del año anterior. Sin embargo, las condiciones laborales no fueron las más favorables. Por un lado, se tiene un incremento de 4 por ciento en el número de personas que cuentan con una ocupación pero que no tiene acceso a instituciones de salud: 31.8 millones de personas, el 63.2 por ciento de las personas ocupadas.

Adicionalmente, la subocupación también mostró un incremento durante el mismo periodo de 11.2 por ciento: 4.2 millones de personas ocupadas se encuentran con la necesidad y disponibilidad de ofertar más tiempo de trabajo de lo que su ocupación actual les permite.

Un elemento adicional que representa un desafío en el mercado laboral mexicano es el personal ocupado en el sector informal. Esta condición agrupa 13.8 millones de personas (en el sector informal de la economía mexicana participan cerca de 30 millones de mexicanos) y durante 2015 en relación al año anterior se incrementó 4.6 por ciento la cantidad de trabajadores en este sector.

Por posición en la ocupación, los empleadores mostraron el mayor incremento porcentual en el mismo periodo de análisis con 9.4 por ciento, los subordinados se incrementaron 3.9, mientras que por cuenta propia el avance fue de 2.2. En el aspecto positivo disminuyó el número de trabajadores no remunerados, aunque sólo 0.1 por ciento.

Las condiciones de empleo por niveles de ingreso denotaron que la mayor cantidad del mismo se dio en los rangos inferiores: el número de personas con ingresos hasta de un salario mínimo creció 13.3 por ciento, con lo que ahora suman 7 millones los mexicanos que obtienen este ingreso en el país; entre uno y dos salarios mínimos aumentó 5.2 por ciento (la población involucrada en este nivel es mayor a 12 millones). En cambio, las personas ocupadas con ingreso superior a cinco salarios mínimos disminuyeron 0.9 por ciento, con lo cual el universo en esta cota es de 3.2 millones de trabajadores (apenas 6 por ciento de los ocupados). Además, se redujo 1.7 por ciento en el número de personas que no recibe ingresos.

En cuanto a la generación de empleo por sectores, la tasa de crecimiento más importante se dio en el industrial (5 por ciento), seguido de servicios (3.6) y en tercera posición el agropecuario (apenas 0.5). Por su parte, en 2015 la generación de patrones en el IMSS también mostró un crecimiento (2.8 por ciento), lo que se traduce en 23 mil 521 adicionales respecto del cierre del año anterior.

En relación con el empleo formal registrado en el IMSS, en 2015 el incremento en el número de trabajadores con dicha prestación fue de 4.3 por ciento, es decir 719 mil más, con lo que el universo de afiliados a dicha institución cerró el año en 17.5 millones (casi la mitad con respecto a la informalidad reconocida por el Inegi).

Por sectores, el de mayor incremento porcentual fue el sector de la construcción, con 8.7 por ciento, seguido de la industria de la transformación (5.3), transportes y comunicaciones (4.8), agricultura (4.4), servicios (3.9), comercio (3.5) y servicios sociales y comunales (1.8), en tanto que la industria eléctrica y de suministro de agua potable e industrias extractivas mostraron un desempeño negativo con una caída de 1.3 y 4.3, respectivamente.

El esfuerzo permanente por disminuir las cifras de desocupación no es suficiente cuando los trabajadores pertenecen a un mercado laboral con condiciones poco favorables. Aunque la tasa de desocupación se ubique en niveles más bajos, la calidad del empleo es fundamental para garantizar un nivel de bienestar mínimo para el personal ocupado, así como el círculo virtuoso que implica mejores ingresos para un mayor consumo y con ello más producción y crecimiento económico.

Lo delicado es que estas condiciones se generaron en un entorno de mayor estabilidad, aunque con escaso crecimiento, que continuará en 2016, pero con un contexto internacional de más incertidumbre. Así, sólo el fortalecimiento de la planta productiva y la generación de incentivos de inversión permitirán sortear los desafíos del exterior, mediante mayor producción e inversión nacional.

Las rebanadas del pastel

De nueva cuenta objetivos civiles. ¿Por qué los ciudadanos de a pie pagan por los desencuentros, errores y/o excesos de sus gobiernos y son blanco de los terroristas?

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