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Presentan mañana documental sobre uno de los más talentosos fotógrafos de Cuba

Perfecto Romero, el guajiro que fue a la sierra a disparar un rifle y terminó accionando su cámara
 
Periódico La Jornada
Miércoles 16 de marzo de 2016, p. 8

El documental Perfecto Romero: fotógrafo de la revolución, cuenta las vicisitudes del nombrado por Ernesto Che Guevara corresponsal de guerra de la Columna 8 y primer fotógrafo de la revista Verde Olivo, que será presentado este jueves 17 de marzo, a las 19:30 horas, en las instalaciones de Ediciones Pentagrama, en Coahuila 49, colonia Roma.

Perfecto era un joven guajiro cuando se incorporó a la lucha armada, en 1958. Como él, varios muchachos iban a enlistarse, pero eran rechazados, devueltos a sus casas, porque no tenían arma. Lo mismo le iba a pasar a Perfecto, quien frente a Guevara dejó ver una cámara colgada de su cuello. El Che le preguntó por ese artefacto y el joven contestó que era fotógrafo. Guevara había designado a otros entusiastas a realizar otras tareas por la revolución, como hacer zapatos, uniformes, cocinar, etcétera, que consideraba tan importantes como echar bala. Perfecto sería fotógrafo en el campo de batalla.

Romero, cámara al hombro, se fue a la sierra del Escambray y se incorporó a la columna. Él mismo cuenta su historia en el documental. Ya editado, se quejó de que aparecía mucho en la película, porque lo importante, precisó, es el material fotográfico. Es humilde, modesto, sencillo, alejado de los reflectores.

Los ojos de la revolución

La Agencia de Medios Alternativos y Taller Editorial corrió con la producción de la obra, bajo la dirección del periodista mexicano Raymundo Reynoso, con la co- laboración de Ceiba-Video y la Unión de Periodistas de Cuba.

Romero nació el 25 de enero de 1936, hijo de una familia campesina, y como muchos guajiros de su época pasó por disímiles penurias. No tiene un álbum de fotos con recuerdos de su infancia, porque nació en una familia muy pobre. Paradójicamente captó algunas de las mejores instantáneas de la historia reciente de Cuba, en el contexto de la llamada fotografía épica de inicios de los años 60.

Durante una hora y cinco minutos, el documental, de la mano de Romero, traslada al espectador a los diferentes momentos de la revolución cubana, desde octubre de 1958, que fue capaz de plasmar con su cámara.

Foto
Camilo Cienfuegos y Fidel Castro captados por Perfecto Romero durante un partido de exhibición de los Barbudos, selección integrada por miembros del ejército rebelde, el 24 de julio de 1959

En entrevista, Raymundo Reynoso definió a Perfecto como testigo privilegiado de uno de los acontecimientos más trascendentes del siglo XX. Con sus imágenes logró conservar el testimonio de este suceso histórico.

Fue el primer fotógrafo de Verde Olivo, revista fundada en 1959 por iniciativa del Che, Raúl Castro y Camilo Cienfuegos, y actualmente forma parte de la plantilla de la publicación humorística Palante, que Raymundo Reynoso comparó con la mexicana El Chamuco. En 2013 recibió el Premio Nacional de Periodismo José Martí.

El documental muestra la faceta humana de uno de los más talentosos fotógrafos de Cuba. Reynoso comentó que cuando se gestó el proyecto nos encontramos con muchas figuras del lente cubano muy importantes, pero nos decidimos por Perfecto, porque es un maestro, el principal.

Para Alejandro Mosqueda, director de Ceiba-Video y responsable de la edición del documental, la experiencia resultó una lección de historia de Cuba y de la vida de un protagonista que subió a la sierra pensando disparar un rifle y terminó accionando su cámara, captando fragmentos de la historia de la revolución.

La organización cultural Macondo, con sede en Los Ángeles, donde vive Raymundo, contribuyó con recursos humanos y materiales para la realización del documental. Paula Ramírez, directora ejecutiva de Macondo, compañera de vida de Raymundo y también entrevistada, afirmó que el proyecto nos dio la oportunidad de mostrar algunos de los aspectos de la vida de una persona sencilla y con un valor humano inmenso. Por supuesto que esto no hubiese sido posible sin el incondicional apoyo de compañeras y compañeros de California, México y Cuba, que invirtieron innumerables horas de labor, paciencia y empeño.

Raymundo puntualizó: “Será una sorpresa para muchos ver fotógrafías que se han usado, pero sin crédito. Son de Perfecto. Captó a Camilo y al Che como nadie, y a combatientes, heridos y con sus armas en todo lo alto. Como es natural, sintió miedo cuando las balas pasaban zumbando o cuando las bombas estallaban dejando cráteres. El Che lo ponía a resguardo, detrás de un árbol, por ejemplo.”