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El funcionario federal encabezó la inauguración de la muestra dedicada a ese visionario

Nikola Tesla es un personaje del futuro
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Aspecto de la exposición El futuro me pertenece: Nikola Tesla, montada en el Centro Nacional de las Artes (Río Churubusco, esquina calzada de Tlalpan, colonia Country Club)Foto María Meléndrez Parada
 
Periódico La Jornada
Viernes 11 de marzo de 2016, p. 5

Una inmersión en el espacio y el tiempo habitado por un visionario y padre de la civilización eléctrica, se plantea en la muestra El futuro me pertenece: Nikola Tesla, que desde la noche del miércoles se puede visitar en el Centro Nacional de las Artes (Cenart).

Distribuida en las galerías Central, Arte Binario y Espacio Alternativo de ese complejo cultural, en la exposición se mezclan los límites entre realidad y ficción mediante réplicas de algunas de las creaciones de ese inventor serbio-estadunidense (nacido en Smiljan, zona de mayoría serbia de la actual Croacia, en 1856, y fallecido en Nueva York, en 1943), además de bocetos, diagramas y modelos de sus proyectos, así como fotografías y videos.

Entre las particularidades que enriquecen la exhibición, que concluirá el 12 de junio, sobresale el vasto programa de actividades complementarias, como tres conferencias magistrales, tres talleres, dos performances, un ciclo de cine, 16 funciones de teatro y 90 visitas guiadas.

Destaca también el concierto electrónico Un futuro anunciado, que este sábado ofrece la Tesla Orchestra, de Estados Unidos, y Superestudio, de México, agrupaciones formadas por equipos de ingenieros/artistas que utilizan la tecnología para el entretenimiento.

Revalorar un genio del siglo XX

Rafael Tovar y de Teresa, titular de la Secretaría de Cultura federal, quien encabezó la inauguración de la muestra, señaló la importancia de revalorar la vida y obra de uno de los personajes más relevantes del siglo XX.

Recordó que, al igual que Thomas Alva Edison, Tesla registró más de mil inventos y descubrimientos, desde la luz eléctrica alterna, la radio y las bases del wi-fi hasta el control remoto, el automóvil eléctrico y un avión que aterriza de forma vertical.

Es una figura extraordinariamente interesante y esta exposición permitirá verlo como un gran personaje del siglo XX, del futuro, más allá de la época que le tocó vivir, afirmó.

Tesla es una mente paralela a la de Edison en cuanto a la producción eléctrica. Llegó a concebir la transmisión de la luz de forma inalámbrica; podemos pensar en el wi-fi, pero en ese momento se enfrentó a muchos intereses que acabaron haciendo a un lado a tan prodigiosa mente.

Más que un homenaje, El futuro me pertenece puede considerarse un acto de justicia y reivindicación para Tesla, un genio romántico incomprendido.

Hasta hace unos años, su nombre y legado eran privativos de ciertos grupos científicos y académicos, no obstante que los expertos lo reconocen como fundador de la tecnología moderna y padre de nuestra civilización eléctrica.

Sus inventos y el perfeccionamiento que hizo de las tecnologías de otros es amplia. Sin embargo, eso le fue insuficiente y pasó sus últimos momentos en la pobreza, la soledad y el abandono, viviendo de créditos que no podía pagar.

En ello influyó mucho su personalidad: cándida y llena de ideales, obsesiones y trastornos –como utilizar siempre guantes blancos o ser sumamente introvertido–, lo cual propició que otros se aprovecharan de su esfuerzo e incluso de sus hallazgos.

La exposición incluye una amplia biografía del inventor, contextualizada con los sucesos nacionales e internacionales de tu tiempo, así como un video-mapping sobre su vida y su obra.

Curada por los españoles Miguel Ángel Delgado y María Santoyo, con asesoría del físico Miguel Alcubierre Moya, también se exhibe una instalación que recrea el interior del laboratorio de Tesla en Colorado Springs, el primero que tuvo fuera de Nueva York.

En el espacio Salón de la fama se rememoran los personajes con los que convivió, polemizó y trabó amistad, como Mark Twain, quien lo visitaba en su laboratorio, y Alva Edison, su gran rival.