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Balance de la Jornada

América ante el dilema: despedir a Ambriz o castigar a sus figuras

E

n el papel, resulta sencillo armar un equipo a base de billetazos: sólo se necesita ir a Sudamérica (o conseguir foráneos de la propia Liga Mx) y firmar cheques por varios millones de dólares. Así, el club tendrá el talento que necesita.

El problema es cuando hay calidad, pero no compromiso; cuando se juega bien, pero se pierde la cabeza a la menor provocación. Las Águilas podrán contratar a los mejores futbolistas del Santos (Oribe Peralta y Darwin Quintero), pero éstos jamás tendrán la identidad americanista de, por ejemplo, el renacido Cuauhtémoc Blanco.

El Cepillo Peralta admitió que el equipo de sus amores es el cuadro de la Comarca y no grita los goles por respeto a sus Guerreros. Del colombiano Quintero sólo se puede decir que ha sido el fichaje más costoso en nuestra liga y también el mayor fiasco, por aquello del costo-beneficio. Ambos fueron expulsados en el clásico joven y no pudieron estar en la goleada ante los Tigres, partido en el que los amarillos sufrieron otras dos tarjetas rojas: Pablo Aguilar y William da Silva.

Pero esto es sólo la continuación de una vieja historia: en la semifinal del torneo pasado, las Águilas terminaron también con nueve elementos en sus duelos frente a Pumas, lo que deja una conclusión: no han aprendido la lección simplemente porque no sienten los colores, en un término que ya pasó de moda en el futbol moderno: el amor a la camiseta.

La mayoría de los actuales integrantes del plantel tienen tatuados los colores de otros equipos y el América sólo representa un buen cheque quincenal, lo que también se aplicaría a otros conjuntos, pero es ahí donde entra la mano del técnico o de la directiva.

Ignacio Ambriz ha sido rebasado, si es que alguna vez tuvo autoridad sobre sus pupilos. La dirigencia de las Águilas debería verse en el espejo de los Pumas: el uruguayo Matías Britos se enfureció al ser relevado en un encuentro de la Copa Libertadores y fue mandado dos jornadas a la Sub-20.

Britos recordó así la vida de los juveniles, con viajes en autobús y estancia en hoteles modestos. Se espera que regrese esta semana al primer equipo con el aprendizaje forzado de que la prioridad es el conjunto y luego las individualidades. La directiva castigó a uno de sus delanteros sobresalientes, ausencia que los auriazules resintieron en el empate con Veracruz, mientras en el América seguirá la indisciplina hasta que decidan remover a Ambriz o sancionar a una de sus mal llamadas figuras.

Al igual que Ambriz, un técnico con la guillotina al cuello es José Saturnino Cardozo, quien sigue al mando del Toluca por el palmarés de gran goleador del club. Otro entrenador con los mismos números ya hubiera sido cesado, luego de siete partidos consecutivos sin victoria, con tres derrotas y cuatro empates. Tocamos fondo, dijo el paraguayo, misma frase que había utilizado el también tambaleante Matías Almeyda.

La nota de la jornada fue el primer triunfo de los desahuciados Dorados, luego de ocho jornadas. El autollamado Gran Pez recibió el sábado la visita de Julio César Chávez, quien fue a motivarlos para que supieran cómo ganar. Y el apoyo surtió efecto, al imponerse 2-1 a un Atlas que cada semana se queja del arbitraje.

Los que no cobran pero sí cumplen son los Jaguares. El equipo chiapaneco no entrenó un día en protesta por la falta de pago y hasta circuló la versión de que no jugarían ante el León, lo que finalmente sí hicieron y obtuvieron sorpresiva victoria ante unos Panzas Verdes que con el Flaco Tena ganan una semana y pierden a la siguiente.

Y si en los Jaguares se nota la mano de Ricardo LaVolpe, Tomás Boy ya puso su sello a un Cruz Azul que en los últimos años se caracterizaba por tener cemento en las venas. Se le pueden censurar al Jefe sus exagerados festejos –sobre todo cuando los dirige directamente a los rivales–, pero es notable el cambio de juego y de ánimo de una Máquina que vapuleó al Monterrey, que sigue de líder pero llegará zarandeado al clásico regiomontano.