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Brebaje mágico
 
Periódico La Jornada
Domingo 21 de febrero de 2016, p. a16

¿Qué puede hacer un niño cuando está aburrido y su madre lo deja solo en casa cuidando a su abuela? El novelista y cuentista británico Roald Dahl se imagina lo que sucede en su libro La maravillosa medicina de Jorge.

Dahl, reconocido escritor por su inigualable humor para niños y adultos, escribió esta historia en la que adentra al lector en la vida de Jorge, el protagonista, quien al tratar de atender a su abuela y complacerla en lo que le pide, ésta lo insulta y se empeña en decirle que ya no debe crecer y que debe alimentarse con repollo, orugas y una serie de escarabajos.

Después de ver cómo su abuela le cuenta con detalle su disfrute por comer escarabajos y le muestra sus dientes marrón, el pequeño piensa que ella es una bruja, pues le dice que algunos de nosotros tenemos poderes mágicos que pueden transformar a las criaturas de este mundo en las formas más asombrosas.

Ante los hechos, el chico se empeña en cambiar a su desagradable abuela, así que inicia la tarea de inventar una medicina cuyos efectos se le escapan de las manos. La medicina que prepara Jorge es fuerte y explosiva, pues mezcla en una cacerola pasta de dientes, jabón de afeitar, detergente para lavadoras, polvos antiparásitos para los perros, píldoras para cerdos enfermos y pintura, entre otras cosas que se encontró en su camino.

Con el brebaje, la vieja bruja jadeó y gorgoteó. Le salieron chorros de agua por la boca, luego comenzó a engordar, su cara cambiaba del color morado al verde y de repente empezó a crecer, tanto que hasta atravesó con su cabeza el tejado de la casa.

Es una historia sencilla cuya trama atrapa al lector por las situaciones creadas por tan mágica medicina; incluso el padre de Jorge, al ver los resultados en la abuela, se le ocurre dar el mismo brebaje a los animales, pues cree que tendrán excelentes resultados si cuenta en su granja con una gallina enorme, una cabra y un caballo gigantes.

El señor Locatis, padre de Jorge, sugiere que deben llenar barriles, muchos barriles con la mágica medicina. Dice: ¡se la venderemos a todos los granjeros del mundo, para que todos puedan tener animales gigantes! Construiremos una fábrica de la maravillosa medicina y la venderemos en frascos, a cinco libras cada uno.

La familia decide preparar una nueva medicina mágica, pero el chico no recuerda exactamente los componentes y la segunda mezcla la realizan a partir de los envases vacíos que hay en la casa. Sin embargo, la segunda porción que prueban con unos pollos tiene un resultado diferente: sólo les crecía las patas o el cuello.

Ilustrado por Quentin Blake, La maravillosa medicina de Jorge recrea el mundo de los niños, lleno de fantasía y humor, al tiempo que presenta con los personajes cómo son los lazos familiares.

Título: La maravillosa medicina de Jorge

Autor: Roald Dahl

Ilustraciones: Quentin Blake

Traducción: Maribel de Juan

Editorial: Alfaguara

Número de páginas: 109

Hechicería y maldad

Roald Dahl, el gran autor de literatura infantil, escribió Las brujas, libro del que lleva más de 200 millones de ejemplares vendidos, que habla sobre mujeres hechiceras y malvadas que con la apariencia de señoras comunes y corrientes celebran su Congreso Anual de la Real Sociedad para la Prevención de la Crueldad con los Niños.

Narra la historia de un niño, de padres noruegos, que vive en Gran Bretaña, pero pasa sus vacaciones en casa de su abuela, en Noruega. En un asueto de verano sus padres mueren en un accidente y él se queda a vivir con su abuela, quien le cuenta historias sobre brujas y le asegura que existen y que son muy distintas a como todos las imaginan.

La abuela primero le explica que son seres normales que llevan pelucas, pues son calvas; usan guantes para esconder sus largas uñas y tienen los pies cuadrados, sin dedos y para pasar inadvertidas usan zapatos de punta que les causan dolores.

También le explicó que las brujas tienen en la nariz unas ondas, porque huelen el mal olor de los niños a kilómetros.

La historia toma un nuevo giro cuando el pequeño y su abuela deciden pasar unas vacaciones en el hotel Magnífico de Bournemouth y una tarde en uno de los salones de actos, el chico se esconde detrás de un biombo, con sus dos ratoncitos, obsequio de su abuela, y descubre que todas las mujeres que estaban allí eran brujas, pues eran calvas y tenían largas y afiladas uñas.

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En la reunión, el protagonista conoce y escucha a la Gran Bruja, quien comparte con las otras brujas que con la ayuda de bombones y un ratonizador, los niños en Gran Bretaña se convertirán en ratones y de ese modo serían eliminados.

Con el mismo ratonizador mágico, el niño intentará detener a las brujas, pero para saber si logrará vencerlas, hay que leer este libro, cuyos cuentos siguen deleitando a los niños en el mundo.

Título: Las brujas

Autor: Roald Dahl

Ilustraciones: Quentin Blake

Traducción: Maribel de Juan

Editorial: Alfaguara

Número de páginas: 227

Clásicos y humor negro

El narrador Roald Dahl en su libro Cuentos en verso para niños perversos hace gala de su peculiar ingenio y presenta una nueva versión de La Cenicienta, Juan y la habichuela mágica, Blancanieves y los siete enanos, Rizos de Oro y los tres Osos, Caperucita roja y el Lobo y Los tres cerditos.

En la versión de Dahl, Blanca Nieves escapa del cazador, se va a la capital y consigue un empleo de ama de llaves en el domicilio de siete divertidos hombrecillos que habían sido jockeys de carreras y eran muy majos, si no fuera por un vicio que en sábado y fiestas les devoraba el coco: ¡las apuestas!

Son historias diferentes porque también los lectores cambian. Sin embargo, cada cuento ha sido adaptado a la realidad, donde se puede elegir cómo se quiere vivir.

En Caperucita roja y el Lobo, la niña ya no se asusta al ver que su abuela tiene unos ojos más grandes y además le han crecido las orejas, al contrario, ahora le dice al lobo: ¡Qué imponente abrigo de piel llevas este invierno!

Dahl, quien comenzó con historias de aventuras de guerra y ha escrito guiones para cine, hace una revisión de esos cuentos y añade desenlaces distintos, así como situaciones divertidas, en las que abundan expresiones coloquiales como, por ejemplo, en el de Blancanieves: Mira, espejito, no nos queda un chavo, así que has de acertar en todo el clavo: ¿quién ganará mañana la tercera?

Las versiones de Dahl están llenas de humor negro porque ofrece al lector otro tipo de historias.

Título: Cuentos en versos para perversos

Autor: Roald Dahl

Ilustraciones: Quentin Blake

Traducción: Miguel Azaola

Editorial: Alfaguara

Número de páginas: 50

Pánico en el espacio

La última vez que vimos a Charlie, éste se remontaba por encima de su ciudad natal en el gran ascensor de cristal. Apenas un momento antes, el señor Wonka le había dicho que toda la gigantesca y fabulosa fábrica de chocolate era suya, y ahora nuestro pequeño amigo regresaba triunfante con toda su familia para hacerse cargo de ella.

Los pasajeros en el ascensor eran: Charlie Bucket, nuestro héroe; el señor Willy Wonka, fabricante de chocolate extraordinario, el señor y la señora Bucket, los padres de Charlie. El abuelo Joe y la abuela Josephine, los padres del señor Bucket, así comienza el libro Charlie y el gran ascensor de cristal, secuela de las aventuras de Charlie y la fábrica de chocolate.

La historia de Dahl se inicia justo donde terminaba el primer libro, cuando Charlie y su familia están en el ascensor de cristal que sube y sube hasta entrar en órbita. Las aventuras de los personajes apenas comienzan porque los abuelos de Charlie entran en pánico cuando por el cristal del elevador ven cómo se alejan del planeta Tierra.

El primer desafío que enfrentan es flotar en el espacio, luego llegan al Hotel Espacial de Estados Unidos, equipado con muebles de lujo, cancha de tenis, piscina, gimnasio, sala de juegos para niños y 500 habitaciones con baño privado.

Lo que parecía ser su salvación se convirtió en un problema cuando el gobierno estadunidense les ordena que se identifiquen y son confundidos con extraterrestres y hasta los invitan a la Casa Blanca.

Es un libro igual de divertido que la fábrica de chocolates, y el ingenio del señor Wonka por supuesto sobresale en esta historia.

Título: Charlie y el gran ascensor de cristal

Autor: Roald Dahl

Ilustraciones: Quentin Blake

Traducción: Miguel Azaola

Editorial: Alfaguara

Número de páginas: 199

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