Sociedad y Justicia
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El impuesto a los refrescos, sólo parte de la estrategia nacional

Reducir el sobrepeso y la obesidad se verá a largo plazo, señala Pablo Kuri
 
Periódico La Jornada
Viernes 12 de febrero de 2016, p. 43

La disminución del sobrepeso y la obesidad en México se verá en el largo plazo y el impuesto al consumo de refrescos es solamente uno de los elementos de la estrategia nacional, por lo que no nos debemos perder en la discusión sobre si ha funcionado o no, afirmó Pablo Kuri, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud.

En el primer debate sobre el tema, realizado ayer en la Academia Nacional de Medicina, Kuri advirtió que a nadie le conviene tener una sociedad enferma. En el acto participaron economistas que plantean que el gravamen no ha servido para que las personas bajen de peso y un académico del Instituto Nacional de Salud Pública, quien señaló que el impuesto no es una varita mágica, sino una instrumento de política pública efectiva para desalentar el consumo y que el mismo debe continuar.

Todos vamos a perder si no logramos detener el crecimiento del sobrepeso y la obesidad, que en México afecta a 71 por ciento de los adultos y 30 por ciento de niños y adolescentes. El funcionario exhortó a que se reúnan los representantes de las diferentes posiciones y trabajen juntos para enfrentar este problema de salud.

La meta del gobierno federal es frenar la situación. En los siguientes años podría empezar a disminuir la tendencia, lo que redundará en la reducción de enfermedades como diabetes y otras no transmisibles, indicó.

Desde su perspectiva como economistas, Enrique Seira, del Centro de Investigaciones Económicas del Instituto Tecnológico Autónomo de México, y Daniel Flores Curiel, del Centro de Investigaciones Económicas de la Universidad Autónoma de Nuevo León, presentaron los resultados de estudios financiados por la industria refresquera, según los cuales en el primer año de aplicación del impuesto de un peso por cada litro de bebida azucarada bajó el consumo, pero no repercutió en la disminución del índice de masa corporal de las personas.

Señalaron que el monto del gravamen es más alto respecto del que aplican algunos estados de Estados Unidos. Además, en México esos productos ya son sujetos de otros impuestos, aseguró Flores Curiel.

Seira sostuvo que su posición no es en general contra todos los impuestos, sino sólo del que está vigente desde enero de 2014, porque no funcionó. También cuestionó que no existan evaluaciones e información sobre el impacto que han tenido otras acciones de la estrategia contra la obesidad, como las reglas de los alimentos que se venden en las escuelas.

El académico Juan Rivera Dommarco planteó que pretender tener reducciones en el sobrepeso y la obesidad en el país revela el desconocimiento de la fisiopatología de estas condiciones de salud, así como de la diabetes, la cual puede presentarse sin necesidad de que las personas tengan exceso de peso. El elevado consumo de azúcar que contienen los refrescos es suficiente y está demostrado que en México mueren 24 mil personas al año sólo por ese ingrediente.

Además, entre 58 y 85 por ciento de la población obtiene más de 10 por ciento del total de energía de azúcares añadidos en bebidas y alimentos; y los refrescos aportan 70 por ciento del total. Por eso la decisión de aplicar el impuesto a estos productos, sostuvo.