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Resienten ya la devaluación los sectores inmobiliario y hotelero

Subastas de divisas son insuficientes ante el ataque especulativo: analista
 
Periódico La Jornada
Viernes 12 de febrero de 2016, p. 32

El desplome en el valor del peso a niveles no imaginados hace apenas unas semanas es el resultado de un ataque especulativo para el que no es suficiente la respuesta del Banco de México (BdeM) de subastar divisas. Es mera especulación, pero la depreciación del peso va a tener un efecto en la economía y en la capacidad de compra de las personas, dijo Gabriela Siller, directora de análisis de Banco Base.

Las consecuencias en la economía de la depreciación del peso se advierten ya en los sectores inmobiliario y hotelero, donde han aumentado los casos en que el cobro de los alquileres se hace en dólares o el costo de los hospedajes se actualiza conforme los movimientos del tipo de cambio, comentó Siller en una conferencia de prensa.

El valor de la moneda mexicana se ha ido a pique este año como resultado de la especulación asociada a la caída en el precio del petróleo, el surgimiento de temores por la solidez de los bancos en Europa o la desaceleración de la economía china, la segunda mayor del mundo, explicó. Ese entorno de inestabilidad financiera afecta el valor de las monedas, no sólo de la mexicana, sino también otros referentes, como las tasas de interés de los bonos y el precio de las acciones en los mercados bursátiles.

Al mover el precio de los bonos y las acciones, el periodo de inestabilidad financiera tendrá un impacto en el valor de las pensiones de los trabajadores que son gestionadas por las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afore), en lo que constituye un efecto de la devaluación del peso y la inestabilidad financiera en el patrimonio de las personas.

Preocupa la rapidez con la que el peso se está depreciando frente al dólar, dijo Siller. “El diferencial de oscilación en la cotización, esto es, el valor máximo y el mínimo que alcanza en un día el tipo de cambio, está ahora en torno a 35 centavos. Ese nivel no se daba desde noviembre de 2008 –en pleno estallido de la crisis financiera en Estados Unidos, que se convirtió en una recesión mundial. Tenemos una volatilidad similar a la de 2008”, añadió.

El sentimiento que prevalece en los mercados financieros es de crisis, pero México no está en crisis. El nivel actual del tipo de cambio no obedece a los fundamentales de la economía, pero por supuesto que sí hay una afectación en la economía por la pérdida de valor de la moneda, apuntó.

El origen de la depreciación

En un ambiente altamente especulativo, la manera en que las autoridades mexicanas afrontan la volatilidad del tipo de cambio dejó de ser efectiva, consideró Siller.

Cada día, explicó, se realizan operaciones en pesos por alrededor de 21 mil millones de dólares. De esa cantidad, sólo una décima parte se concretan en México y el resto en otras regiones del mundo. El peso se ha vuelto una de las monedas favoritas para la especulación, porque es una moneda con mucha liquidez, en la que se pueden realizar operaciones en cualquier parte del mundo a toda hora. En el mercado de futuros de Chicago se han multiplicado en mil por ciento las apuestas contra el peso: de 735 contratos que existían en noviembre pasado a favor de una depreciación a los actuales 75 mil contratos que apuestan contra el peso, añadió.

En ese sentido, añadió, la estrategia de la Comisión de Cambios (integrada por el Banco de México y la Secretaría de Hacienda) de subastar hasta 400 millones de dólares diarios de la reserva de divisas no son efectivos, sino sólo una señal que envían las autoridades de que darán liquidez al mercado. Aunque subastaran todas las reservas no detendrían el flujo del mercado cambiario, porque para empezar ni siquiera el tipo de cambio se determina en México, apuntó. Las subastas ya no están deteniendo la volatilidad, anotó.