El juez federal Alejandro Caballero Vértiz citó para el próximo 2 de marzo a las 11 horas a Juan Díaz de la Torre, líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), para que comparezca como testigo en el proceso penal que enfrenta su antecesor a Elba Esther Gordillo por lavado de dinero y delincuencia organizada, confirmaron fuentes del Poder Judicial Federal.

En esta ocasión Díaz de la Torre ya no podrá ampararse para retrasar su comparecencia, como lo ha hecho en los últimos meses, debido a que ya perdió en última instancia el juicio de garantías contra supuestos actos violatorios a sus derechos humanos.

Los abogados de Gordillo pretenden interrogar a Díaz de la Torre durante una audiencia que, se prevé, durará varias horas. Entre otras preguntas, los defensores plantearán al actual líder del SNTE si fue él, como todo parece indicar que fue, quien autorizó los depósitos que se hicieron a tarjetas de crédito y deudas personales de la maestra, con dinero procedente de las cuotas sindicales de los trabajadores al servicio de la educación.

De acuerdo con las fuentes consultadas Caballero Vértiz, titular del juzgado sexto de distrito en procesos penales federales, advirtió a Díaz de la Torre que si no comparece en la audiencia del próximo 2 de marzo le impondrá una multa de 100 días.

Desde el 20 de agosto de 2014, Caballero Vértiz citó a declarar al líder sindical, después de que su testimonio fue requerido por Gordillo Morales, quien busca interrogarlo sobre los manejos administrativos en el SNTE.

Pero Díaz de la Torre no asistió a la diligencia y tampoco atendió los subsiguientes citatorios del 8, 28 y 31 de octubre de ese año.

Amistad con la maestra

De hecho, presentó tiempo después un amparo para evitar ser interrogado en el juicio más relevante iniciado contra Gordillo, argumentando que su amistad con la maestra es una excepción prevista por la ley para declarar en un proceso.

El juzgado décimo tercero de distrito en amparo penal le negó en 2015 la protección de la justicia, al considerar que consintió el primer citatorio. Es decir, que ese primer citatorio trató de combatirlo sólo con un escrito enviado al juez.