Denver.

Durante 15 años estrellándose contra otros mastodontes y recibiendo todo tipo de golpes, el ex receptor Brandon Stokley, de los Broncos, sufrió lesiones desde los pies hasta la cabeza, incluidas al menos una docena de conmociones cerebrales.

Sin embargo, la única vez que pensó seriamente en retirarse fue en su cuarta temporada, cuando tuvo un problema con un huesito del pie derecho. “Le dije a mi esposa, ‘hasta aquí llegué. No soporto este dolor todos los días’”, comentó Stokley.

No obstante, continuó jugando y el dolor fue desapareciendo. ¿Las conmociones? Esas siguieron acumulándose, pero Stokley les restó importancia, a pesar de lo mucho que se hablaba de los peligros de esos golpes. En esos días se preocupaba más por los problemas inmediatos que por aquellos a largo plazo.

Con las conmociones generalmente uno se ausenta una o dos semanas y después está bien, indicó Stokley, quien tiene 39 años. Pero te arruinas la rodilla y estás afuera un año. El hombro, un año.

Un estudio de Ap reveló que la mayoría de los jugadores de la NFL tienen actitudes similares respecto de las conmociones. Menos de la mitad de los 100 consultados (39) dijeron preocuparse más por los efectos de las conmociones a largo plazo que por otras lesiones.

De los otros 61 jugadores, 20 dijeron que las conmociones no les preocupaban en lo más mínimo y 41 que les inquietan lo mismo que las demás lesiones.

Personalmente, no pienso en las lesiones en la cabeza. No me afectan, sostuvo Nikita Whitlock, de los Gigantes de Nueva York. Me pregunto, ¿cómo estarán mis articulaciones en 20 años? ¿Aguantarán mis rodillas? ¿Y mis hombros y muñecas? Esos son los puntos realmente débiles de tu cuerpo.

La semana pasada se reveló que Tyler Sash, quien ganó el Supertazón de 2012 con los Gigantes y falleció a los 27 años, sufría de una encefalopatía traumática crónica o ETC. El mal está asociado a los golpes repetidos en la cabeza y sus síntomas incluyen pérdida de memoria, depresión y demencia progresiva.

También padecían ETC Junior Seau, miembro del Salón de la Fama que se suicidó, y Chris Borland, de los 49ers, quien se retiró repentinamente.

Ex jugadores emprendieron demandas relacionadas con las conmociones y la NFL tomó medidas para tratar de combatirlas.

Durante los partidos de la temporada regular se informó de 182 conmociones, lo que representa 58 por ciento de aumento respecto del año previo, según la NFL.

No me preocupa, dijo Jamize Olawale, de Oakland. Creo que se exageran las cosas.

Charles James, de Houston, indicó: Uno puede lastimarse la cabeza de muchas maneras, mientras Darious Slay, de Detroit, comentó: No quiero perder la memoria. Quiero saber lo que pasa con mi vida. Si sufres una conmoción, puede que no te acuerdes quién es tu hijo o tu madre. Yo no quiero eso. Llévate mis piernas.