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Ver día anteriorLunes 25 de enero de 2016Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Aprender a morir

Atenderse a tiempo

E

n el país hay una falta tremenda de cultura y de información útil en muchas áreas, incluida la salud y el civismo. Hacer a destiempo las cosas, más que negligencia es falta de educación y de información, no por urgente menos escasa. La retinopatía diabética, si se atiende con oportunidad, permite conservar una visión razonable, señala el doctor Jaime Lozano Alcázar, desde 2015 director médico por un segundo cuatrienio del hospital de La Luz, que en 2016 cumple 140 años de servicio ininterrumpido en la prevención, diagnóstico, tratamiento y rehabilitación de pacientes con enfermedades de los ojos.

“La diabetes continúa siendo –agrega el también coautor de la interesante obra Visión y arte, con la maestra Ana Lozano Santín– la primera causa de muerte en el país por malos hábitos alimentarios, cuestiones genéticas y culturales, sedentarismo, poco o nulo ejercicio y, repito, la pobre información preventiva en materia de salud. Por ello el diabético regularmente debe hacerse revisar por su médico el fondo del ojo o estado interno de éste.

“La principal fortaleza del hospital de La Luz reside en su personal, altamente calificado y con probada vocación de servicio. Es un salario menor al del resto de las instituciones, pero nuestros médicos se sienten orgullosos de pertenecer al nosocomio más antiguo de América Latina en su especialidad, que hoy atiende entre 900 y mil pacientes al día. Todos los buenos oftalmólogos o sus maestros pasaron por este centro, que en su edificio de 1876 aclaraba en un rótulo: ‘para pobres de solemnidad’.

“Damos mucha importancia a la capacitación y actualización mediante docencia e investigación, y a distintas universidades que nos envían a alumnos de posgrado para hacer alta especialidad en diferentes áreas. Si bien recibe donativos, el hospital vive de sus cuotas de recuperación, lo que permite además contar con una tecnología de vanguardia adquirida y renovada periódicamente. Ante la elevada demanda de pacientes procuramos que sean cargas de trabajo, no sobrecargas. Todos son médicos recibidos –75 entre residentes y becarios y 170 de base– en una rotación por diferentes ámbitos en la que adquieren una preparación que permita resolver 90 por ciento de los casos que enfrenten. De enero a noviembre del pasado año, 3 mil 723 pacientes recibieron descuentos de 30 por ciento o incluso superiores en sus cirugías”, destaca el doctor Lozano.