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Lideresa de Abuelas de Plaza de Mayo critica acciones y omisiones del gobierno

El Estado democrático, culpable de las desapariciones, afirma Estela Barnes

Lo acusa de autorizar, apoyar o consentir privación ilegal de la libertad, asesinatos y torturas

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Estela Barnes de Carlotto, presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, con Cristina Bautista Salvador y Margarita Zacarías, madres de dos de los 43 alumnos desaparecidos de la Normal de AyotzinapaFoto Francisco Olvera
 
Periódico La Jornada
Viernes 15 de enero de 2016, p. 4

En Argentina el Estado terrorista desapareció, asesinó y secuestró a bebés en el contexto de un plan de exterminio en toda América Latina, pero en México el Estado democrático es responsable de cualquier privación ilegítima de la libertad, de las torturas y de los asesinatos, ya sea por autorizarlos, apoyarlos o simplemente por su consentimiento, afirmó Estela Barnes de Carlotto, presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo.

Al participar en la presentación del informe de Amnistía Internacional (AI) sobre la desaparición de personas en México, la activista defensora de derechos humanos argentina hizo una fuerte crítica a la actuación y las omisiones cometidas por el Estado mexicano en esos crímenes de lesa humanidad.

El narcotráfico es la dictadura en México. Es el genocidio, la violación de los derechos humanos, es el responsable de los crímenes de lesa humanidad en este país. Y el Estado debe responder por su tolerancia con esos delitos que afectan, la mayoría de las veces, a los sectores más vulnerables, señaló.

En el acto, efectuado en el Museo Memoria y Tolerancia, Estela Barnes declaró que por la grave crisis de derechos humanos que vive el país, “México es el dolor de América Latina, que aún tiene abierta la herida de los años más sangrientos de su historia reciente.

“Es responsabilidad de todos –agregó–, no sólo de los mexicanos, trabajar por la verdad, la justicia y la memoria colectiva, imprescindible para la construcción de una identidad latinoamericana y como garantía para evitar que el horror se repita en nuestra historia.”

Erika Guevara-Rosas, directora para las Américas de Amnistía Internacional, dijo que el informe presenta una de las crisis más violentas y trágicas en materia de derechos humanos que ha enfrentado México en su historia, y que se ahonda cada vez más: el de las desapariciones.

Para Amnistía Internacional México enfrenta la peor crisis de derechos humanos de todo el hemisferio, una crisis que ha llevado a la muerte a miles y miles de personas en el contexto de una respuesta militarizada a problemas sociales y al narcotráfico, señaló.

Barnes de Carlotto, quien en su participación relató la experiencia vivida en la larga búsqueda de los desaparecidos durante la dictadura argentina, refrendó su apoyo y acompañamiento a quienes buscan a sus hijos y seres queridos en este doloroso proceso, de manera particular a los padres de los 43 jóvenes normalistas de Ayotzinapa desaparecidos. Es imposible poder hacer el duelo de ese ser querido que no está, sin saber qué paso con él, dijo.

Ante representantes de colectivos civiles y de derechos humanos, la activista dijo que los 43 estudiantes desaparecidos, como tantos otros jóvenes, estaban indignados ante una democracia que convive y permite la violencia más desgarradora, financiada por el narcotráfico, así como la violencia institucional.

En la presentación del informe también participaron Cristina Bautista, madre de Benjamín Ascencio –uno de los 43 normalistas desaparecidos entre el 26 y el 27 de septiembre de 2014 en Iguala, Guerrero–, y Leticia Sánchez Villalobos, madre de Luis Carlos Hernández, desaparecido en Ciudad Cuauhtémoc, Chihuahua, localidad emblemática en la que desde 2007 han desaparecido cientos de personas sin que las autoridades federales o estatales hayan hecho algo.

En la sesión de preguntas tomó la palabra Margarita Zacarías, madre de Miguel Ángel Mendoza, uno de los 43 normalistas desaparecidos, quien con lágrimas en los ojos exigió al gobierno mexicano que les diga dónde están sus hijos, que se los entreguen. Advirtió que pese al dolor inmenso que tienen, no descansaremos hasta encontrarlos.