Los altos niveles de contaminación que prevalecen en el lago de Xochimilco, ocasionados sobre todo por metales pesados, como cadmio, plomo y zinc, no sólo afectan una especie de alga nativa de nombre científico A falkatus, sino también ponen en riesgo a los demás organismos que integran la cadena alimentaria en ese ecosistema.

Se advierte lo anterior en un estudio multidisciplinario en el que participa la investigadora Liliana Favari Perozzi, del Departamento de Farmacología del Centro de Investigación y Estudios Avanzados (Cinvestav) del Instituto Politécnico Nacional (IPN).

El equipo de científicos extrajo y evaluó muestras de agua en tres zonas del lago ubicado en el sur de la ciudad de México: la agrícola, donde se practica el cultivo tradicional en chinampas; la turística, en la cual se realizan paseos en trajineras, y la urbana, que alberga diversos asentamientos humanos.

Para completar su trabajo, los investigadores realizaron un cultivo primario de A falkatus en el laboratorio. Luego colocaron el alga en pequeñas peceras con agua proveniente de las muestras de las tres zonas referidas. Finalmente, y apoyados con equipos de laboratorio, evaluaron los efectos sobre dichos microorganismos.

Las muestras tomadas en las tres zonas indujeron estrés oxidativo (daño biológico a las células por oxidación) en A falkatus, además afectaron sus enzimas antioxidantes y su crecimiento, según reportan los autores del estudio.

Las aguas mostraron alta mineralización, ocasionada por elevados niveles de alcalinidad, carbonato de calcio y anhídrido sulfuroso, entre otros compuestos, refieren los investigadores.

Aunque se trate de un organismo simple, como un alga, el riesgo es mayúsculo, advirtió Favari, pues constituye la base de la cadena alimenticia en ese ecosistema. La consecuencia de esto es que la especie ya no logra reproducirse, lo cual la pone en peligro de extinción.

Además, dijo, las sustancias contaminantes se extienden primero a los peces que se alimentan con las algas y después a otros organismos, incluidos los que son consumidos por los humanos. Una de las principales fuentes de contaminación en la zona habitacional es el vertido de aguas negras y desechos industriales, mientras en la de chinampas es el uso de pesticidas con compuestos tóxicos.

El lago de Xochimilco, con una superficie de 423 kilómetros cuadrados, es considerado uno de los últimos vestigios lacustres del valle de México. Por su rica biodiversidad (que incluye temporalmente algunas especies de aves migratorias), se cataloga como un ecosistema único. En 2004 fue añadido a la lista Ramsar de humedales de importancia internacional.