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La vejez en el futuro
Desconocer el proceso de envejecimiento lleva al maltrato, dice experta en demencia
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Mantener a los adultos mayores activos retrasa el deterioro neuronal, revelanFoto Yazmín Ortega Cortés
 
Periódico La Jornada
Martes 29 de diciembre de 2015, p. 3

“No entiendes nada, pon atención… otra vez perdiste las llaves. Tienes que poner de tu parte”. Se dice fácil, pero cuando la voluntad se enferma hace falta algo más que echarle ganas. Esto es incomprensible cuando se es joven y menos aún se asimila si el papá o la mamá, que fueron fuente de seguridad y protección, envejecen y se vuelven frágiles. Los hijos se sienten amenazados y su único escape son los regaños y el maltrato.

Cuando un adulto mayor es incapaz de comprender, se le olvidan las cosas, no reacciona rápido y tampoco es feliz, es que está enfermo y necesita atención, explicó Ana Luisa Sosa, jefa del Laboratorio de Demencias del Instituto Nacional de Neurología y Neurocirugía Manuel Velasco Suárez.

Las estadísticas señalan que entre las personas de 60 años de edad, de tres a cinco de cada 100 tienen demencia. Esta condición se duplica cada cinco años, con lo que a los 80, uno de cada tres tendrá esa enfermedad y a los 90, la mitad de los ancianos.

En México hay más de 18 mil personas con demencia y la más grave no es el Alzheimer, indicó Sosa. Hay más de 60 tipos de la dolencia. Algunas progresan muy rápido, otras provocan alteraciones severas de conducta. Los pacientes se vuelven impulsivos, desconsiderados, hipersexuales y comen mucho. Otros pierden habilidades motoras y no caminan ni hablan.

La especialista explicó que el deterioro cerebral forma parte del envejecimiento de las personas: es común que aparezca. El problema es cuando las fallas alteran o impiden la realización de actividades de la vida cotidiana. En eso se tiene que poner atención, señaló.

El proceso de envejecimiento se inicia a los 40 a 50 años, y en el cerebro se refleja por una disminución de la velocidad en la que las personas aprenden y responden.

Las mujeres, que cuando jóvenes pueden realizar varias actividades al mismo tiempo, van perdiendo esa habilidad según pasan los años. Eso es normal y ellas deben entenderlo y estar alertas a los cambios que se van presentando.

Así como no correremos un maratón con jóvenes de 20 años, debemos reconocer que nuestro cerebro sufre ciertos cambios y requerimos estrategias compensatorias, como hacer una sola cosa a la vez; si tenemos algunos olvidos, apoyarnos en las agendas o libretas para anotaciones, entre otras.

En cambio, algunos aspectos positivos de los adultos mayores es que mientras más edad, las personas tienen más experiencias, aprenden más palabras y tienen muchas historias que contar, principalmente si gozan de buena salud.

Respecto a las demencias, la especialista advirtió que representan uno de los mayores riesgos para la salud y de discapacidad. Se percibe cuando la pérdida de la memoria se agrava y se pasa de olvidar dónde dejaron las llaves a no poder recordar por dónde deben caminar para llegar a su casa o, en los casos más avanzados, los individuos son incapaces de vestirse y alimentarse por sí mismos.

Resaltó que aunque el deterioro de las funciones neuronales forma parte del proceso de envejecimiento, es posible evitar o al menos retrasar su evolución, mediante el control de enfermedades como la hipertensión arterial, la diabetes, la colesterolemia y el sobrepeso; addemás de que recomienda mantenerlos activos física, mental y socialmente; y en general, llevar una vida saludable desde mucho tiempo antes de llegar a la vejez.

¿Y la familia, los hijos? A la sociedad en su conjunto nos hace falta conocer sobre el envejecimiento, darnos cuenta de que ahora vivimos más tiempo y si nos va bien, para allá vamos todos. Con nuestros viejos no hay que enojarnos, sino estar atentos, ser comprensivos. Tenemos que pensar que lo que nosotros hacemos con ellos, lo harán los jóvenes con nosotros cuando llegue el momento.