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Aseguran que las autoridades ya tienen información sobre el verdadero homicida

Familiares de Marisela Escobedo exigen en Texas que se reabran investigaciones
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 17 de diciembre de 2015, p. 31

Ciudad Juárez, Chih.

Familiares de Marisela Escobedo Ortiz –activista asesinada a balazos hace cinco años fuera del palacio de gobierno de Chihuahua– se manifestaron ayer frente al consulado de México en El Paso, Texas, para exigir que se reabra el expediente y se capture a los verdaderos responsables del crimen.

Organizaciones civiles recordaron que Escobedo Ortiz fue ultimada la noche del 16 de diciembre de 2010 cuando exigía justicia por la desaparición forzada y homicidio de su hija Rubí Marisol Frayre, de 16 años de edad.

La Fiscalía General del Estado (FGE) determinó que el responsable, Jesús Jiménez Zavala, El Wicked, se acercó a la activista y le disparó en la cabeza a las puertas del palacio de gobierno, donde ahora hay una placa en honor de la víctima.

El presunto homicida fue arrestado el 7 de octubre de 2012 y sentenciado a prisión vitalicia en el penal estatal de Aquiles Serdán, donde murió el año pasado. Primero se dijo que se había suicidado, pero luego personal médico filtró que fue un homicidio.

Sergio Frayre, hijo de Marisela Escobedo que se encuentra asilado en El Paso, y un hermano de la activista, señalaron que el asesino no fue El Wicked. Fuera del consulado de México, Sergio explicó que su hermano Ricardo y su tío pudieron ver el rostro del homicida, al que identificaron como Andy, hermano de Sergio Barraza Bocanegra, quien asesinó a la hija de la activista y de quien ya proporcionaron información a las autoridades.

Marisela Escobedo inició su reclamo en 2008, después de que su hija fue asesinada por su pareja, Sergio Rafael Barraza Bocanegra, quien fue abatido en 2012 por militares en Zacatecas, ya que era parte de una célula del cártel de Los Zetas. Por el homicidio de la activista la FGE detuvo a José Arturo Barrón Rodríguez, El Gordo, quien supuestamente acompañó a El Wicked a asesinar a Marisela Escobedo la noche del 16 de diciembre de 2010.

Enfermera jubilada, Escobedo se hizo activista argumentando que no hubo justicia para su hija. Se plantó al lado de la Cruz de Clavos, frente al palacio de gobierno estatal para exigir que el esposo de Rubí fuera aprehendido.

Ocho días antes de su asesinato, Marisela Escobedo declaró primero ante el fiscal general y luego ante el comisario de la Policía Federal, a quienes dio información sobre policías que presuntamente protegían al asesino de su hija. Esta información fue suprimida del expediente penal.