Imilla con su awicha (niña con su abuela) Foto: Ximena Bedregal

El caso del plagio de la blusa Xaam nïxuy

De Santa María Tlahuitoltepec

Fidel Pérez Díaz
Regiduría Municipal de Educación, Cultura y Deporte

Auntenticidad y temporalidad. La blusa Xaam nïxuy es una prenda diseñada y elaborada en Santa María Tlahuitoltepec Mixe, Oaxaca. Es parte de la indumentaria tradicional de la mujer ayuujk de Tlahuitoltepec, es creación y producto intelectual y biocultural del pueblo mixe en la que se representa iconográfica y materialmente lo intangible de la cosmovisión y cultura de la comunidad de Tlahuitoltepec. El diseño y costura de la blusa son de dominio público, que se transmiten de generación en generación gracias a la oralidad y a la elaboración de la prenda sustentada en la vida y cosmovisión local. Es propiedad intelectual colectiva, por lo que no es un bien adjudicable y expropiable por particulares para el usufructo a conveniencia.

La blusa Xaam nïxuy, es una prenda con diseño y hechura propia en la que se emplean la manta y los hilos de color negro y rojo. Si bien en la blusa se trazan los elementos que constituyen el entorno de nuestro pueblo, el arte de los textiles en Tlahuitoltepec no tiene un carácter fijo o inalterable, por el contrario, se trata de una prenda y un saber hacer que refleja el dinamismo que posee toda cultura, y que es capaz de innovar y encontrar nuevos usos y expresiones creativas, sin que por ello se pierda la identidad.

Entre el vacío legal y la negligencia institucional. La empresa francesa Isabel Marant incluyó en su línea Etoile primavera-verano 2015 los patrones gráficos tomados indiscutiblemente de la Blusa de Tlahuitoltepec. No dio los créditos correspondientes, privatizando de esta manera la propiedad colectiva, lo cual consideramos como plagio del diseño.

La denuncia pública fue dada por las autoridades municipales y agrarias de Tlahuitoltepec el 3 de junio de este año, misma que puso en evidencia que Isabel Marant no era la única empresa de diseño de moda que estaba plagiando esta blusa; según el diario The Guardian, la firma Antik Batik estaba litigando en contra de Isabel Marant, porque reclamaba los derechos de autor sobre el diseño de sus productos de la línea Etoile primavera-verano 2015, de hecho, Antik Batik es también una empresa francesa de Gabriela Cortese que en su línea Barta comercializó, desde el año 2014 prendas con los patrones gráficos de la blusa de Tlahuitoltepec.

Desde la oficina de prensa de Marant y en su cuenta de Facebook, la diseñadora ha mencionado que en referencia al litigio con Antik Batik ha declarado en su defensa ante la corte de París, que los diseños vienen del pueblo de Tlahuitoltepec, en el estado de Oaxaca. Sin embargo, después de dicha conferencia de prensa del mes de junio, ni Isabel Marant ni Antik Batik han hecho contacto directo con la comunidad, aunque en las redes sociales y en algunos medios digitales de comunicaciones poco serias, han informado lo contario de manera infundada.

Lo cierto es que ambas firmas francesas se pelean un patrimonio colectivo y cultural que no les corresponde, porque esos diseños gráficos de origen son de Santa María Tlahuitoltepec; sus ganancias económicas dimensionan el tamaño del daño y perjuicio del plagio que han estado haciendo a esta comunidad, niegan el derecho humano y universal de reconocer la propiedad intelectual y biocultural de un pueblo, es decir, el derecho a ser diferentes y tener una identidad y manifestación cultural propia. No se imaginan, en lo mínimo, el daño que hacen a nuestro pueblo.

El Estado nacional mexicano y la sociedad en general tienen el compromiso y la deuda pendiente con los Pueblos y las Comunidades Indígenas de Oaxaca y del país, en materia de protección de los derechos colectivos, protección de la propiedad intelectual y biocultural, no sólo en los aspectos relacionados con las artes y las humanidades, sino también en el ámbito biológico y geográfico.

El Estado mexicano no garantiza la protección de dichos derechos, no ha podido resarcir el perjuicio cultural en contra de las comunidades indígenas, porque aún no instituye los instrumentos y mecanismos efectivos que protejan su propiedad colectiva, intelectual y biocultural.

Las exigencias de la comunidad. Todo plagio o reproducción sin permiso desnuda la identidad de Tlahuitoltepec, niega la historia y la cultura de un pueblo relacionado bajo los principios de reciprocidad y complementariedad con la naturaleza. Por lo anterior:

Santa María Tlahuitoltepec Mixe, Oaxaca.
7 de diciembre de 2015