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29 FIL de Guadalajara

Con la obra saldo una vieja deuda con mi ideología comunista, dice

La épica sindicalista, tema de Que sean fuego las estrellas, de Taibo II
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Paco Ignacio Taibo II habla sobre la investigación que realizó en torno a esta obraFoto Arturo Campos Cedillo
Corresponsal
Periódico La Jornada
Lunes 7 de diciembre de 2015, p. 9

Guadalajara, Jal.

Cuatro cajas con libretas amarillentas escritas a mano 30 años atrás y que guardaba en el garaje de su casa le hicieron que Paco Ignacio Taibo II encontrara en ellas no sólo la épica anarco sindicalista de Cataluña entre 1917 y 1923, sino que le inspiraran el título para su libro, Que sean fuego las estrellas, tomado de una cita de Shakespeare que, reconoció, lo descubren como un romántico.

Hice una investigación muy buena en archivos, bibliotecas, periódicos viejos, entrevistas con tres supervivientes que quedaban. Tuvieron que pasar largos tiempos, años y aguas bajo los puentes para que dijera ahora sí ya sé cómo ordenarla, cómo demonios hacer épica no con una persona sino con una clase, como narrador saber contarla para transmitir emociones, atmósferas, ambientes, momentos de decisión, personajes. Hace año y medio me dije, carajo, esa investigación fue muy buena, lo cual resultó una de las razones que lo impulsaron a escribir su más reciente libro histórico narrativo.

Fue la razón más personal para dejar de lado sus novelas, sus investigaciones sobre historia de México y ponerse a escribir como un aporte para buscar la reactivación del sindicalismo independiente en México, donde el charrismo ha logrado aplanar un movimiento que está todavía muy lejos de constituir un frente que logre hacer tambalear al sistema político.

La épica sindicalista no fue difícil de encontrar con “obreros que empiezan a crear ateneos, bibliotecas, que venden los libros en centavos con títulos como Los Miserables o Las 12 pruebas de la inexistencia de Dios, una ciudad que reactiva el mundo del teatro, con lecturas, música, construyendo en las bases la solidaridad, una clase ahogada económicamente pero culta”.

Menos difícil cuando en un camión de carpintería los líderes de diferentes sindicatos sesionan mientras el vehículo está en permanente movimiento por Barcelona, un movimiento muy alejado del actual nacionalismo catalán por su carácter internacionalista, ni Dios, ni patria, ni amo, ni ley, que, previó, el año próximo cuando sea editado en España, causará algunos escozores.

Dijo que ese movimiento surgió en el contexto de una sociedad de industriales enriquecidos en Barcelona por la venta de textiles, metales o armamento a Alemania y Francia durante la Primera Guerra Mundial, mientras la base obrera vivía de forma miserable.

Y de su propia organización, reseña Taibo II, estos obreros lograron editar un periódico con un tiraje de 200 mil ejemplares en una sociedad en la que los obreros tienen que sacrificar una hora después de su larga jornada laboral para aprender a leer su periódico.

Pero Taibo II, ahora reordenadas, rescritas y convertidas en libro las cajas con libretas amarillentas del garaje, se siente más tranquilo de saldar esa vieja deuda con su ideología comunista y semianarquista, con su propio pasado y con el romanticismo, y adelantó que regresará a lo que los editores y lectores han encontrado en él.

Tengo dos novelas empezadas y un libro de historia de México que me tiene loco de felicidad, dijo para gusto de todos los presentes que colmaron el salón de la FIL Guadalajara donde presentó su obra.

Y, para rematar, agregó: sigo escribiendo en las noches, dando conferencias en los días, militando cada vez que puedo, y cada vez que me dan un micrófono digo que estamos gobernados con un pendejo analfabeta, cada vez que me dan un micrófono digo abajo el mal gobierno porque la frase de Hidalgo sigue siendo hoy, 200 años después, absolutamente vigente.