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Se tensa el enfrentamiento con Moscú

Formal invitación a Montenegro para ingresar a la OTAN
Corresponsal
Periódico La Jornada
Jueves 3 de diciembre de 2015, p. 37

Moscú.

La decisión de los cancilleres de los países que forman parte de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), tomada este miércoles en Bruselas, de invitar de modo formal a Montenegro a iniciar los trámites para ingresar como miembro de pleno derecho de la alianza noratlántica tensa aún más el enfrentamiento con Rusia, siempre adversa a la expansión hacia el este del bloque militar patrocinado por Estados Unidos.

El pequeño país balcánico –de apenas 650 mil habitantes– dispone, a partir de esta fecha, de año y medio para cumplir el procedimiento de ingreso y convertirse en miembro número 29 de la OTAN, por delante de Bosnia y Herzegovina, Georgia y la antigua república yugoslava de Macedonia, los otros tres candidatos.

Desde 2009, cuando se hizo oficial la adhesión de Albania y Croacia, la OTAN no abría sus puertas a nuevos miembros, lo cual provocó –en medio del creciente distanciamiento entre Bruselas y Moscú– una inmediata reacción de rechazo del Kremlin mediante su portavoz, Dimitri Peskov, quien advirtió que Rusia tomará medidas de respuesta.

El vocero recordó que Moscú siempre ha dicho que la expansión de la OTAN y de sus estructuras militares hacia el este, es decir, hacia nuestras fronteras, no puede quedar sin una respuesta que garantice la seguridad y la paridad de intereses.

La invitación formal a Montenegro ocurre en un contexto de delicada polarización de sus habitantes, a juzgar por una reciente encuesta que arrojó 36.5 por ciento en contra y 36.2 en favor de la adhesión a la OTAN.

En otras palabras, si el actual primer ministro Milo Djukanovic y otros abiertos promotores de la entrada de Montenegro a la OTAN satisfacen los requisitos para obtener la membresía de su país y llegaran a perder las siguientes elecciones, el nuevo gobierno estaría atado de manos ante un hecho consumado difícil de revertir.

Rusia, por tanto, se opone a esta perspectiva y –preocupada de perder influencia en los Balcanes, donde Serbia es su principal aliado– respalda a la oposición montenegrina, en primer término el partido nacionalista NOVA, que cuenta con numerosos seguidores entre los habitantes de origen serbio.