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Fuentes estaba obsesionado por nuestro mundo latinoamericano, afirmó Silvia Lemus

Celebran 40 años de la aparición de Terra Nostra
Corresponsal
Periódico La Jornada
Martes 1º de diciembre de 2015, p. 6

Guadalajara, Jal.

Escrita entre París y Washington y concebida como novela de literatura total, la celebración por 40 años de Terra Nostra, de Carlos Fuentes (1928-2012), unió a su viuda, Silvia Lemus, con los editores de Alfaguara y el Fondo de Cultura Económica (FCE), además de Sergio Ramírez e Ignacio Padilla, para diseccionar lo que este último denominó la crítica de la locura panhispánica.

“Carlos comenzó a escribir esta novela en 1973, cuando me pidió que me casara con él; me dijo: ‘me quiero casar contigo y llevarte a vivir a París’. Buscamos un departamento y ahí nos instalamos, era exactamente a finales de enero de 73”, dijo Lemus.

Relató que inicialmente Fuentes quería nombrar ese libro Mare Nostrum, pero ya existía una novela con ese título, por lo cual eligió Terra Nostra, que comenzó a gestarse entre las campanadas de Notre Dame y la música árabe de un pequeño café de barrio en la calle donde se instalaron y tuvieron de vecino a François Mitterrand, quien todavía no era presidente de Francia.

“A él le gustaba leerme las páginas del día; yo no las leía, él me las leía; luego me preguntaba qué opinaba. Creo que a él le gustaba escucharla, más que mi opinión. Así fue como comenzó Carlos a escribir Terra Nostra. Poco después nació nuestro primer hijo, Carlos, y el lugar ya no era muy propicio para un escritor puesto que el departamento era de un solo piso, por lo que luego continuó escribiéndola en un estudio que le prestaron”, agregó.

Al año exacto de estar en París, Fuentes fue becado y se fueron a vivir a Washington, donde continuó escribiendo la novela mientras Silvia Lemus de nuevo quedó embarazada, ahora de Natasha.

“La terminó en 1974 y luego se la entregó a doña Carmen Balcells y se piensa en publicarla en el FCE. Él estaba con mucha emoción, porque su obsesión de identidad, de nuestro mundo latinoamericano, México con España, era algo que lo tenía muy impresionado de haberlo logrado hacer con Terra Nostra; todos esos personajes son realmente impresionantes”, dijo.

Lemus afirmó que una de las anécdotas más recordadas por Fuentes, tras la publicación de la obra que luego ganaría el Premio Rómulo Gallegos, fue que Carlos Monsiváis solía decir que para leer esa novela se necesitaba una beca.

“Carlos se rió, le pareció muy divertido y dijo que no, Terra Nostra es una novela que va a encontrar sus lectores y cada lector sabrá si la usa para detener la puerta por gorda y pesada”, recordó.

Lemus compartió que estaban en Nueva York cuando se enteraron de que Fuentes había obtenido el Rómulo Gallegos; fue una llamada que hizo Alejo Carpentier, en la que ante la ausencia del escritor, su esposa recibió la noticia en la que me dijo que se trataba de una novela realmente poderosa, con un trabajo intenso y gran investigación.

Molde total, define Sergio Ramírez

El escritor nicaragüense Sergio Ramírez afirmó que Terra Nostra fue un parteaguas en la literatura de Fuentes, respecto de su primera etapa mexicana que comenzó en 1958 y se prolongó con novelas como La región más transparente y La muerte de Artemio Cruz.

“Terra Nostra se sale del molde latinoamericano, mexicano y pasa a establecerse en un molde más que universal, total. Comienza a perseguir la totalidad en su literatura, y esta novela es una muestra de esa ambición donde tanto el tiempo como el espacio no pueden quedarse sosegados, deben ser trastocados en una novela que es un permanente juego de espejos, el pasado, presente y futuro quedan abolidos, entran a jugar un papel importante la historia de la cultura, de España, en una sucesión de contradicciones que son síntesis, al mismo tiempo que parte, de la esencia de la novela”, describió Ramírez.

Para Ignacio Padilla, TerraNostra es la crítica de la locura panhispánica, una novela sobre El Escorial en la que se encuentran entre sus líneas, bajo sus líneas, las voces del autor con la de Miguel de Cervantes.