Opinión
Ver día anteriorSábado 28 de noviembre de 2015Ver día siguienteEdiciones anteriores
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Infancia y Sociedad

Metástasis

P

or maniobras de la SEP, el mejor maestro de historia de Oaxaca está preso, junto con otros tres, en una cárcel de alta seguridad en la que deberían estar El Chapo, otros narcos y ex funcionarios que han cometido fraudes y abusos de poder. ¿Cómo hemos llegado al punto en que la SEP se ha convertido en enemigo número uno y verdugo de los profesores, a quienes trata como peones de raya?

Un producto del delirio neoliberal, sostenido en inmensas bases de impunidad y corrupción, ha invadido todos los ámbitos sociales. La metástasis es eso: la propagación de la enfermedad, la obscuridad. La corrupción-impunidad es un mal moral que ha echado raíces en las relaciones humanas de la sociedad mexicana, insospechadamente: instituciones, relaciones económicas, académicas, legales e incluso algunas familiares están afectadas. Vivimos una cultura de la simulación. Sin embargo, los ministros ríen y dan ganas de preguntar ¿de qué se ríen?... Vemos al sonriente Carstens, al engominado Nuño, al risueño Peña y a sus secuaces. Muy risueños aparecen jueces y legisladores, ¡y claro!, con esos sueldos, bonos y aguinaldos cualquiera está contento.

¿Acaso no les duele el país?, ¿es tan grande su falta de autocrítica? ¿O será que para Peña y sus cómplices realmente las cosas van muy bien? Sus planes de transformar el país (en propiedad privada) y de mover a México (hacia un abismo para el pueblo) marchan a la perfección, y aunque los mexicanos no aplaudimos al Presidente, hay unas manos grandotas que no vemos, pero que lo hacen con entusiasmo, las cuales le importan más que todas las de un pueblo.

Después de tres años de despilfarro en la dictatorial reforma educativa, se anuncia que en 2016 habrá un plan pedagógico, que debió ser punto de partida y no tardío parche a las críticas de expertos. Ahora los burócratas de medio pelo de la SEP improvisarán sobre las rodillas. Pero sin la participación de los maestros ninguna escuela nueva valdrá la pena. Cuando el señor Nuño asumió el cargo prometió dialogar con los maestros; hoy sólo les dirige ofensas y amenazas; les infunde temor con su brazo armado y la manipulación de sus humildes salarios. Es más pobre que maestro de escuela, se dice desde hace décadas para ilustrar esta condición. ¿Cuáles privilegios, señor Nuño? ¿Cuál derecho a evaluarse sin antes cumplirse el derecho a capacitación? Quienes acuden al examen lo hacen por miedo y pobreza. El único camino digno y correcto es la apertura y el diálogo con el magisterio.