Sociedad y Justicia
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El mal afecta a casi una décima parte de los mexicanos

Quedan ciegos 2% de diabéticos y 10% sufren visión deteriorada

El daño limita su movilidad y afecta su independencia, advierten expertos

 
Periódico La Jornada
Miércoles 11 de noviembre de 2015, p. 49

Sin tratamiento, la diabetes puede causar varias complicaciones, entre las que destaca la retinopatía diabética, enfermedad silenciosa y principal causa de ceguera no reversible en adultos en edad económicamente activa.

En conferencia de prensa por el Día Mundial de la Diabetes, que se celebrará el 14 de noviembre, Leticia Sánchez, especialista en función visual, destacó que, según cifras oficiales, México ocupa el primer lugar en prevalencia de diabetes mellitus en la población de 20 a 79 años, y se estima que afecta a 9.2 por ciento de la población mexicana.

En el Distrito Federal 439 mil 128 personas (es decir, 18 por ciento) padecen diabetes. Indicó que al cabo de 15 años con la enfermedad, aproximadamente 2 por ciento de los pacientes se quedan ciegos y 10 sufre deterioro grave de la visión.

La retinopatía diabética ocurre cuando los vasos sanguíneos en la retina se hinchan y dejan escapar fluidos o llegan a taparse. En otros casos crecen vasos sanguíneos anormales en la superficie de la retina.

Nancy Sol Espíndola Romero, especialista en optometría, señaló que es común que algunos pacientes acudan a la consulta de especialidad por baja agudeza visual, además de daño severo en el campo visual periférico, lo que limita su movilidad y afecta su independencia.

Explicó que la atención a estos pacientes debe enfocarse en la evaluación de la visión funcional residual y no en el porcentaje de visión perdida. Debemos enfocar la valoración de la función visual con el propósito de mejorar su eficiencia. Para ello requerimos material especializado, por lo que es necesario canalizar con el especialista en baja visión, quien se encargará de aplicar diversas pruebas de gabinete.

Con base en los resultados de la valoración, explicó, se identifican las necesidades del paciente y se ofrecen diferentes instrumentos, entre los que destacan lentes microscópicas, lupas de bajo poder, pisapapeles con o sin luz, aplicaciones magnificadoras, contraste y parlantes para celulares, tabletas y computadoras, magnificadores y lupas electrónicas.

La especialidad en visión baja, explicó Espíndola Romero, es multidisciplinaria, puesto que cuenta con el trabajo en conjunto del oftalmólogo, el optometrista, el rehabilitador visual y el sicólogo. Las áreas que abarca la rehabilitación visual básica son: terapia visual, estimulación temprana, entrenamiento en uso de ayudas ópticas, asesoría en orientación y movilidad, independencia en desplazamiento y en actividades de la vida cotidiana, así como asesoría a padres, familiares y cuidadores.

Para la optometrista Liliana Pérez Peralta, el mejor tratamiento que los licenciados en optometría podemos ofrecer como educadores en diabetes consiste en guiarlos y educarlos en estas áreas para que logren no sólo el control de parámetros metabólicos, sino que se reconozcan a sí mismos como personas que, si bien viven con diabetes, son capaces de tener una vida normal y plena.