Opinión
Ver día anteriorViernes 6 de noviembre de 2015Ver día siguienteEdiciones anteriores
Servicio Sindicado RSS
Dixio
 
México SA

Recorte y complacencia

Los laureles de Carstens

Senado: ofertas Palacio

R

esulta envidiable el optimismo oficial (cara dura le llaman en otras partes) en materia económica: el país crece en una proporción verdaderamente raquítica, pero lo bueno, según dicen, es que tal comportamiento corresponde a lo estimado (Videgaray dixit, quien no ha dado una en lo que a pronósticos se refiere), y si bien no es el ideal (Carstens dixit) se mantiene un moderado avance pese a las difíciles condiciones económicas, tanto internas como externas, aunque, claro está, no tenemos que dormirnos en nuestros laureles ni caer en la complacencia (ídem).

Para salir del hoyo en el que la economía mexicana se mantiene desde hace más de tres décadas se requiere un crecimiento anual sostenido de cuando menos 6 por ciento, es decir, tres veces más que el promedio de ese periodo (2 por ciento), pero no obstante los desastrosos resultados el mensaje, aderezado con una gran sonrisa, vamos bien y por el camino correcto.

Y por ese camino correcto no hay mes en el que no se recorte la expectativa de crecimiento, sea el tijeretazo de organismos internacionales, regionales, instituciones públicas y/o consultores nacionales y foráneos. De hecho, el más reciente de ellos, que no el último, lo aplicó el propio Banco de México, es decir, la institución que presume lo que llama moderado avance pese a las difíciles condiciones.

El mismísimo Agustín Carstens informó que la institución a su cargo pronosticó un crecimiento de la economía nacional para este año en un nivel de entre 1.9 y 2.4 por ciento. El nuevo cálculo representa un ajuste a la baja en el techo máximo del intervalo y un alza del piso del intervalo divulgado a mediados del año, de entre 1.7 y 2.5 puntos porcentuales.

La versión del Banco de México sobre el momento mexicano es la siguiente: se reduce la amplitud del intervalo de pronóstico para el crecimiento del PIB (el citado líneas arriba), y para 2016 se anticipa que la expansión se ubique entre 2.5 y 3.5 por ciento. Para 2017 se estima que la tasa de crecimiento se encuentre entre 3 y 4 por ciento. Estas previsiones toman en cuenta que en 2015 el crecimiento de la actividad económica en México ha sido bajo y que continúe expandiéndose a un ritmo moderado en lo que resta del año.

Si la bola de cristal del doctor catarrito funciona bien y tales proyecciones se cumplen (algo que, por lo demás, muy lejos está de ser la norma), con las cifras anteriores la economía mexicana crecería entre 2.1 y 2.6 por ciento como promedio anual en cinco años de estancia peñanietista en Los Pinos, de tal suerte que su inquilino muy lejos estaría –tradición obliga– de cumplir con lo ofrecido en campaña, con lo que el país permanecería en el mismo hoyo, pero cada vez más profundo.

En fin, como no tenemos que dormirnos en nuestros laureles ni caer en la complacencia, el siempre optimista Banco de México detalla que “se anticipa que la evolución de la demanda externa sea modesta debido a un bajo dinamismo esperado para la producción industrial de Estados Unidos. Adicionalmente, se espera que la demanda interna mantenga una expansión moderada.

“Para 2016 se sigue anticipando que la actividad industrial de Estados Unidos registre un mayor crecimiento que en el presente año y, consecuentemente, que sea un impulso para las exportaciones manufactureras de México. Dicha recuperación en la producción industrial estadunidense se espera esté impulsada por el desvanecimiento del efecto de la apreciación reciente del dólar estadunidense y por el hecho de que no sería de esperarse una contracción como la que tuvo lugar al inicio de 2015 en el sector energético a raíz de la disminución en el precio del petróleo. Además, se continúa previendo que la recuperación del sector externo apoye la expansión de la demanda interna en México, a lo cual también podría contribuir un efecto positivo de las reformas estructurales. Este pronóstico considera que la plataforma de producción petrolera se mantendrá prácticamente sin cambio respecto al presente año.

Para 2017 se prevé que una mejoría más notoria en la actividad industrial de Estados Unidos y que los avances subsecuentes en la implementación de las reformas estructurales se vean reflejados en un mayor impulso para la actividad económica en México.

Eso sí, advierte el Banco de México, el pronóstico referido está sujeto a diversos riesgos, mismos que la institución enumera: retraso en la recuperación del sector industrial en Estados Unidos, “bien sea por un menor dinamismo de la economía mundial o por una apreciación adicional del dólar (léase devaluación adicional del peso); nueva caída en la producción petrolera interna y/o en su precio de exportación; deterioro de las condiciones en los mercados financieros internacionales que propicie un incremento en el costo financiero de las empresas, que a su vez afecte su balance; deterioro adicional de la confianza de los agentes económicos ante la persistencia de una economía débil y/o falta de avances en el fortalecimiento del estado de derecho; menor dinamismo del sector automotriz a raíz de los problemas que algunos participantes del sector han experimentado a nivel global. En pocas palabras, pues, que se mantengan las cosas como están.

Y en materia de empleo, el banco Catarrito estima que en 2015 se generen entre 640 y 710 mil puestos de trabajo afiliados al IMSS, en comparación con la expectativa de un alza de entre 560 y 660 mil puestos en el informe anterior (abril-junio), dado el comportamiento mejor al previsto en lo que va del año y que la recuperación en este indicador ha sido más vigorosa que la de la actividad económica. Para 2016, también considerando este dinamismo mayor al de la economía, se revisa al alza el incremento esperado en el número de puestos afiliados al IMSS a entre 630 y 730 mil, respecto al previsto en el informe anterior de entre 600 y 700 mil. Para 2017 se anticipa un aumento de entre 660 y 760 mil puestos de trabajo, aunque ni lejanamente hace referencia al raquitismo salarial prevaleciente en el país, el cual ha sido uno de los puntales de la política antinflacionaria.

Las rebanadas del pastel

Ofertas en El Palacio de Hierro, sucursal Paseo de la Reforma 135: biberones y tetinas, una por escaño; tapetes y planchas de ocasión con bellos tonos tricolores y blanquiazules; maquillaje a discreción del orador; carteras jet-set (precios de acuerdo con la bancada); sonajas según la ocasión (las matracas son de nacos); medalla de marca, gratis a solicitud del interesado (incluye un senador de la República). ¡Soy totalmente legislador!

Twitter: @cafevega