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El impuesto de un peso, efectivo para desalentar la ingesta, sostiene

El consumo de bebidas azucaradas bajó 6% desde 2012, dice investigador
 
Periódico La Jornada
Miércoles 28 de octubre de 2015, p. 12

Desde 2012 se ha reducido 6 por ciento el consumo de refrescos y medido en un solo año (2014) la disminución llegó a 12 por ciento, que era lo esperado y comprueba que el impuesto de un peso por litro es efectivo para desalentar la ingesta de estos productos, afirmó Juan Rivera Dommarco, investigador del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP). De esa manera rebatió los dichos de la industria difundidos en días pasados que hablan de una baja de sólo 2.5 por ciento en el consumo.

El especialista, director del Centro de Investigación en Nutrición y Salud del INSP, señaló que el dato de las empresas se entiende si en la medición se mezcla la compra de bebidas que son sujetas del gravamen con las que están exentas, por lo que es engañoso.

En conferencia de prensa, Rivera comentó los resultados de una investigación, que en breve se publicará en una revista científica internacional, cuya metodología y resultados fueron evaluados por seis expertos reconocidos a escala global.

Se observó –dijo– que la demanda de bebidas azucaradas es elástica, es decir, responde a los aumentos en el precio y es variable a lo largo del año. Además, aumentó la compra de bebidas libres del impuesto, principalmente de agua simple, así como que la mayor reducción de consumo de refrescos se dio entre las personas de menores ingresos.

Lo que sigue, señaló Alejandro Calvillo, director de la organización no gubernamental El Poder del Consumidor, es que los legisladores aprueben la exención del impuesto al valor agregado (IVA) para el agua embotellada en presentaciones menores de 10 litros, para alentar el consumo. Al mismo tiempo, se tendría que subir a 20 por ciento el impuesto a las bebidas azucaradas. Actualmente el gravamen es de un peso por litro, recordó.

Eso, mientras se instalan los bebederos en las escuelas y se cumplen las declaraciones de la secretaria de Salud, Mercedes Juan, de que ya se van a publicar los lineamientos para la instalación de esos equipos en los planteles de educación básica.

Durante la conferencia, Kimber Stanhope, investigadora de la Universidad de California en Davis, Estados Unidos, presentó un estudio, el cual comprueba que tomar refrescos durante dos semanas, aun en dosis bajas, es suficiente para producir cambios en el organismo y aumentar el peso corporal, así como el riesgo de que a mediano y largo plazos se padezca diabetes y enfermedades cardiovasculares.

Comentó que resultados contrarios carecen de sustento científico e incluso, dijo, recurren a engaños, como presentar la información con escalas de medición distintas, poco claras, modelos estadísticos subóptimos y sin mecanismos para un monitoreo objetivo.

Sobre la información difundida por la industria refresquera que cuestiona los beneficios del impuesto a las bebidas azucaradas, Alejandro Calvillo señaló que otra explicación sobre aquellos datos se podría desprender del registro fiscal que a partir de este año se tiene de la venta en las tiendas pequeñas en las colonias y que, de acuerdo con información oficial, son más de un millón de establecimientos en el país.